Entrevista
Alvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada es un joven navarro enamorado de las ideas y los sueños posibles.
Desde 1982, la mar y las travesías en moto acuática han sido su gran pasión.
Pequeño empresario desde que en 1985 fundara TeleSat (compañía pionera en la venta de antenas parabólicas), siempre ha encontrado tiempo para su afición. Diecinueve años practicando y aprendiendo de la mar, le han llevado a convertirse en un reconocido navegante en este tipo de embarcaciones, habiendo establecido seis récords mundiales de navegación.
Su actual reto es viajar desde Europa hasta América. Cruzar el Atlántico en su "pequeño barquito", como le gusta referirse a su embarcación, bautizada "NUMANCIA".
El Atlántico siempre ha sido un reto en la historia de la navegación. De hecho, hay navegantes de otros países que también intentan hacerlo en moto acuática. Todavía no lo ha alcanzado nadie. Si Alvaro lo consigue, supondría el logro de un nuevo récord para la navegación española.
Pues bien, el reto y la aventura están asegurados, porque Alvaro intentará cruzar el Océano Atlántico sobre su pequeña embarcación que se asemeja a un delfín; Cuando veo delfines, en el día o en la noche con el horizonte como único testigo, siempre me invade una sensación de alegría y paz. Se acercan veloces y me acompañan durante horas..."
- ¿Como se te ocurrió esta aventura?
- Es algo en lo que pienso desde hace muchos años. Es mi sueño. Una gran ilusión que intento hacer realidad junto a las maravillosas personas que me están ayudando a conseguirlo... Kitin Muñoz, Miguel de la Quadra Salcedo, el Almirante Marcial Sánchez Barcáiztegui, todos mis amigos, el fantástico equipo de apoyo, los patrocinadores que confían y apoyan esta iniciativa, y en general todo el que respeta el esfuerzo que nace de la ilusión.
- ¿Y en que punto se encuentra el proyecto?
- Estamos preparando todo. Logística general; contratación del barco de apoyo; patrocinios; tripulación; producción de video...
- ¿Cómo te sientes?
- Es una mezcla de serenidad e inquietud. La serenidad viene de la magnitud del proyecto. La inquietud de saber que va a costar lograrlo y que voy a pasarlo muy mal en muchos momentos. No será fácil resistir en pie tantas horas, tantos días, el frío intenso, con el agua chocándote sin avisar a cada instante, la noche, el rugido del viento amenazador, las constantes caídas, los miedos... Pero la ilusión puede con todo. Ahora tengo que entrenar a fondo para resistir y no fallar.
- ¿Puedes describirnos cómo será el viaje?
- El recorrido será de 10.000 Millas Náuticas. Emplearé, dependiendo del estado de la mar, unos 60 días. Navego una media de 14 horas diarias. Siempre en pie sobre mi embarcación. Es la única forma de no destrozarte la columna vertebral. Intentaré iniciar la singladura a finales de Octubre, por ser la mejor época del año para cruzar.
- Aunque parezca un poco de película, ¿qué piensas hacer con los tiburones que seguro encontrarás en tu camino?
- Llevaré a bordo un dispositivo emisor de ultrasonidos que evita que se acerquen. Es un invento del Doctor Gruber que me está proporcionando el Acuario de Barcelona. Dios quiera que los mantenga lejos, sobre todo por las noches, ya que donde voy a dormir, los voy a tener bastante cerca...
Y es que efectivamente, durante el periodo de navegación entre los dos continentes, dormirá en la propia moto acuática mientras espera al barco de apoyo. (El resto del tiempo de sueño dormirá en el propio barco, que queda a la deriva, mientras los técnicos ajustan su pequeña embarcación). Vivir en esas condiciones extremas es uno de los aspectos más duros de la aventura. Aunque navega lejos del barco, cada cuatro horas se aproximará para el suministro de combustible, agua y alimento.
Para familiarizarse a dormir en esas condiciones y acostumbrar la piel al agua salada, vivirá en la mar durante las cuatro semanas previas al inicio de la travesía, donde será autónomo al disponer de una placa solar que permitirá recargar sus equipos de navegación y comunicaciones.
También deberá entrenar 8 horas diarias durante dos meses y ganar peso para contrarrestar su pérdida en la travesía.
Desde el año 1992, las travesías de Alvaro se hacen en apoyo de la F.A.D. (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción). Un año más se intentará transmitir el espíritu de aventura, deporte y fe en las ideas, en línea con las campañas de prevención del consumo de estupefacientes. Terminada la travesía, se organizan charlas en colegios y universidades.
También, Mensajeros de la Paz, con el Padre Angel al frente van a ser fuente de ilusión, esperanza y fuerza en este reto oceánico.
Por eso, el equipo de organización del Encuentro Atlántico se siente mensajero de la paz y va a recaudar fondos que se destinarán a obras sociales en América.
Esta iniciativa está avalada por el Plan Nacional sobre Drogas Ministerio del Interior