Sábado, 11 de Mayo OCÉANO ATLÁNTICO
Sigo mi navegación constante por el Gran Océano Atlántico. El horizonte siempre ilimitado se ha convertido en visión constante. La mar sigue ayudando. Tengo la curiosa sensación de navegar por una inmensa catarata que me transporta. Un torrente de agua que cae hacia el Oeste y donde yo navego esperando encontrar algo. Hace siglos, otros navegantes se aventuraban en esta corriente rumbo a lo desconocido. Imagino el miedo que sentirían esos tripulantes comandados por valerosos soñadores que creían... Aunque navegaban en robustos buques y podían compartir su soledad con sus compañeros, al final seguro que sintieron una sensación parecida a la que vivo yo cada día a bordo de la pequeña y frágil "NUMANCIA" La lejanía de la rutina diaria; la relatividad de las cosas y de las ideas; la precariedad de todo... Y algo omnipresente que se nota con una fuerza inusual en otros lugares: la sobrecogedora presencia del Creador...