Sábado, 1 de Junio SAINT BARTHÈLÈMY (FRANCIA)
Me informan que hay problemas con el barco que tiene que llegar. Parece que no está del todo bien y en consecuencia es difícil que pueda navegar tanta distancia. Me inquieto ante esta situación.
Hoy me he acordado de mi amigo Kitín Muñoz. El comenzó su travesía unos meses antes que lo hiciera yo. Zarpó desde Barcelona con la intención de cruzar el Atlántico. Su Expedición no era fácil y tuvo que afrontar todos los problemas imaginables. Se le criticó en los medios por no haberlo conseguido. Incluso se hicieron comparaciones nada deportivas. Algunos no se dan cuenta que, como dijo el General a mi paso por Sevilla, lo importante en la vida es intentarlo, atreverse con los desafíos que nos marcamos. Es básica la honradez en los planteamientos y en su ejecución.
En este sentido, escribí una carta que le entregué con una bandera española de la marina deportiva para su embarcación. La bandera se la regalé en el puerto de Barcelona unos días antes de que se hiciera a la mar.
Esta es la carta.-
Admirada tripulación de la Mata Rangi III, Vuestro sueño se va afianzando en la realidad. El amor al horizonte, la fe y el tesón de Kitín ha podido con todo. Habéis construido con vuestras manos e ilusiones la nave más importante que surca la mar. Recién hecha primitiva, ha nacido valiente, verdadera, majestuosa.
Su indescriptible fuerza y belleza solo es comparable a la intensidad y grandeza de vuestras nobles almas navegantes. Tenéis el aliento de todos los marinos de Tierra y de Mar. Estáis consiguiendo unir pasado y presente. Sois representantes de la humanidad civilizada, soñadora, apasionada, científica, aventurera, ilusionada y tolerante.
Os deseo de todo corazón que permanezcáis siempre unidos en vuestro valor, para poder enfrentaros en todo momento al inmenso infinito azul. Y que los vientos acompañen vuestros sueños, que son los sueños de todos los que os respetamos, admiramos y queremos.
Con todo el afecto de un navegante solitario,
Alvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada