Lunes, 11.03.02 ARGEL (ARGELIA)

Publicado en Etapas

"RUMBO AL HORIZONTE AZUL" 
ExpediciónTrasatlántica: Roma-NuevaYork 

Récord del Mundo 2002
RELATO DE LA ÚNICA TRAVESÍA DEL OCÉANO ATLÁNTICO A BORDO DE UNA MOTO ACUÁTICA 

Expedición: París - Londres 
Récord del Mundo 2003

ExpediciónRUSIA2003: Moscú - San Petersburgo 

"Perdida en el Universo infinito, hay una pequeña gota de agua que alberga el latido de un inmenso desierto azul, donde viven los sueños de los navegantes... Esta es la historia de uno de ellos" Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada 

ORACIÓN
Gracias Dios mío por la fuerza que me has dado para conseguir resistir. Gracias por tu protección. Gracias por tu ayuda en mi lucha. Por haberme permitido navegar en tu mar, bajo las estrellas que haces existir en el firmamento infinito. Gracias por haberme dejado estar contigo en las interminables horas de soledad, cuando te sentía navegando junto a mí sin abandonarme en ningún momento. Gracias Señor del origen y del final, por haberme dado la oportunidad de verte mas de cerca todavía, a través de tu creación; y poder así quererte mas y mejor. 
Expedición Atlantik: ROMA-NewYork
Álvaro

A mi querido y admirado padre, que desde el cielo vive en mí.

CONTRAPORTADA
Desde antiguo, cruzar el Océano Atlántico ha supuesto un desafío para los navegantes. Reconocidos deportistas de diversos países lo intentaban en moto acuática desde 1990. Nadie lo había conseguido nunca. Cruzar el primero se convirtió en una auténtica competición internacional que duró años. Europeos y navegantes americanos luchaban por lograr establecer un record mundial que además suponía un hito en la historia de la navegación. El reto era casi imposible; pero a la vez tan soñado, que los adversarios se reunían frecuentemente para poner en común experiencias; logística; proyectos... Incluso hubo planteamientos de hacerlo en grupo. Fueron emocionantes encuentros entre deportistas siempre presididos por el espíritu del "Fair Play" 

Entre los que competían, había un deportista español que había conseguido realizar importantes travesías desde el año 1982. Igual que los demás rivales, lo intentó en varias ocasiones sin conseguirlo. Sin embargo, la perseverancia y los importantes motivos que le animaban (especialmente la lucha contra la droga, promocionando el deporte y la vida sana) le llevaron al éxito, convirtiéndose en el único marino en la historia que ha logrado cruzar el Océano Atlántico en su pequeña embarcación de 2,5 metros de eslora... 

Tras navegar en solitario las 10.000 Millas Náuticas que separan Roma de Nueva York, en pie sobre su diminuto "barquito" cruzando el Mar Mediterráneo, el Océano Atlántico, el Mar Caribe y toda la costa Atlántica de los Estados Unidos de América, el navegante navarro Álvaro de Marichalar llegó frente a la Estatua de la Libertad ondeando la bandera de España, y culminando una Expedición que fue calificada en el salón náutico de Londres, como una de las travesías marítimas más duras de la historia de la navegación. 

"Rumbo al Horizonte Azul" es el relato de la lucha por un sueño. Es la historia de una resistencia; del triunfo de las ideas, el esfuerzo y el espíritu deportivo. 

[foto navegación nocturna y diurna]

LENGÜETA PORTADA
Nunca se había logrado realizar una proeza así. Álvaro lo consiguió tras 65 días de navegación a 12 horas de media por singladura: 800 horas calado hasta los huesos y sintiendo la más absoluta soledad. Miedo. Frío. Ilusión. Fe. Terror. Emoción. Angustia. Esperanza... Sin protección alguna, nuestro navegante viajó siempre en pie, a la intemperie y en solitario, sobre una embarcación del tamaño de un delfín, bautizada "NUMANCIA" 

Contó con la asistencia de un barco que transportaba el necesario combustible y alimentos. El deportista viajaba a mas velocidad, muy alejado del barco y perdiéndole de vista. Cada cuatro horas, esperaba y buscaba al nodriza para repostar combustible en marcha. Álvaro y la tripulación del barco sabían perfectamente que en caso de temporal, sería inviable el rescate; al no ser posible acercarse a un barco zarandeado por las grandes olas en alta mar. 

En "Rumbo al Horizonte Azul" Álvaro de Marichalar nos relata en primera persona estos sentimientos y las razones que le empujaron a asumir un riesgo así: 

* Conseguir hacer realidad un sueño y reto personal. 
* Establecer un nuevo récord del mundo para el deporte español.
* Promover la vida sana y el deporte contra las drogas.
* Enviar un mensaje de tolerancia y paz entre los pueblos y culturas.
* Concienciar sobre el respeto a la mar y la naturaleza.
* Hacer campaña en pro del juego limpio y respeto al adversario. 
* Conmemorar el quinto centenario del cuarto y último viaje de Colón (1502 - 2002)
*Resaltar el papel de la Armada Española como garante de la paz.
* Resaltar la solidaridad entre los hombres de la mar.
* Rememorar la huella dejada por los navegantes españoles.
* Recolectar fondos para la Asociación Mensajeros de la Paz.
* Promocionar en todo el mundo las Islas Canarias (patrocinador principal de la Expedición

En su libro, Álvaro escribe sobre las largas y durísimas singladuras. Sus pensamientos mientras navegaba. Los preparativos. La ropa que utilizó contra el frío. Las razones por las que zarpó desde Roma. Porqué soñaba llegar frente a la Estatua de la Libertad. Como se alimentaba en alta mar o salía adelante tras hundirse por el impacto de olas de ocho metros con vientos de 100 Km por hora. Nos relata como dormía en puertos del litoral, o en el barco de apoyo que quedaba a la deriva en el tramo trasatlántico. Sus emocionantes encuentros con pescadores; los sistemas de navegación y comunicaciones; porqué no se quitaba nunca la sal de la piel; las largas y frías navegaciones nocturnas; los tiburones, arrecifes y los fondos marinos que imaginaba mientras los iba "sobrevolando" desde Italia a América... 

*Se incluyen los cuadernos de bitácora y fotos de las Expediciones Paris-Inglaterra (Enero, 2003 record del mundo) y Moscú-San Petersburgo (Junio, 2003) 

LENGÜETA CONTRAPORTADA
Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada 

Álvaro de Marichalar nació en Pamplona (Navarra, 1961) Se inició en la navegación practicando tabla a vela y catamarán, empezando a sentirse fascinado por el misterio de su "Horizonte Azul" Tras estudiar en los Jesuitas, (donde estuvo interno desde los 9 a los 15 años) y hacerse piloto de aviación, cumplió el Servicio Militar como voluntario en el Ejército del Aire español. Hijo de militar y nieto del fundador de la Legión, siempre sintió una fuerte vocación castrense. Un accidente que le dejó secuelas en una mano, impidió que pudiera conseguir su sueño de hacerse piloto de combate. Esto provocó que en 1982 marchara a Estados Unidos a estudiar Administración de Empresas. Ese mismo año comenzó su pasión por la navegación a bordo de las pequeñas embarcaciones que muchos empezaban a llamar "motos acuáticas" Desde el primer momento sintió que navegando así, podía explorar y sentir la mar de una manera única. Regresó a Europa donde creó TeleSat (empresa pionera en sistemas de TV vía Satélite) A los 23 años, el joven empresario también fue pionero en la comercialización de telefonía móvil en España y Francia. Desde entonces, compagina su actividad empresarial con las expediciones marítimas que han supuesto 

siete records del mundo para el deporte español:
Año 2003 Travesía en solitario: MOSCU - SAN PETERSBURGO 
Año 2003 Travesía en solitario: PARIS - LONDRES RECORD DEL MUNDO
Año 2002 Travesía del Océano Atlántico en solitario RECORD DEL MUNDO
Año 2000 TRAVESÍA EN SOLITARIO DEL CANAL DE PANAMÁ
Año 1999 Travesía en solitario:MALLORCA-CERDEÑA-MALLORCA RECORD DEL MUNDO
Año 1998 Travesía en solitario: ISLAS CANARIAS - BILBAO RECORD DEL MUNDO 
Año 1997 Travesía en solitario: CEUTA - MALLORCA
Año 1996 Regata: Primera Vuelta a Mallorca (Primer clasificado) 
Año 1995 Travesía del Estrecho de Gibraltar 
Año 1994 Travesía: San Sebastián - Islas Baleares - Cadaqués RECORD DEL MUNDO 
Año 1993 Travesía en solitario: Sevilla - Génova RECORD DEL MUNDO
Año 1992 Travesía en solitario Ibiza - Mallorca RECORD DEL MUNDO
La Expedición Roma-NewYork constituye la cumbre de su experiencia marítima al haber cruzado el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico. 

ÍNDICE

PRÓLOGOS

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I Primera Etapa: Roma - Islas Canarias

CAPÍTULO II Segunda Etapa: Islas Canarias - Antigua

CAPÍTULO III Tercera Etapa: Antigua - Miami 

CAPÍTULO IV Cuarta Etapa: Miami - Nueva York

APÉNDICE I Expedición Paris - Inglaterra

APÉNDICE II Expedición Russia2003: Moscú - San Petersburgo


PRÓLOGO 1

MIGUEL DE LA QUADRA SALCEDO


Querido Álvaro,
Quiero recordar y felicitarnos como español de que existan todavía personas como tú que quieran acercarse a la aventura. Esa aventura limpia; pura; con esos espíritus; con esa escala de valores de fuerza de disciplina, de fuerza de sacrificio, honestidad, austeridad... Pensando en que lo que has hecho en ese Mar Tenebroso es recorrer la Historia. Parajes que han recorrido otras aventuras hace 500 años en ese cuarto viaje de Colón en 1.502 - 2.002.. Y recordarte que has unido la espiritualidad de unos pueblos que viven una espiritualidad 24 horas al día. Gente que vive con la familia, con ese embrión de la sociedad que se llama la familia. Algo muy importante y que tú mantienes también siempre como valores altos de un español modelo y que ojalá te copien muchos porque creo que nuestro País necesita mitos; ideales limpios. Te has a aventurado en ese Terrible Mar Tenebroso en una aventura increíble. , porque ir solo a horcajadas de un caballo.., antiguamente de totora en aquellos países precolombinos; pero hoy en día mas moderno y gracias a eso has podido unir las dos orillas para que América y España estén más cerca. Porque es hora de que no demos la espalda a nuestros amigos de Ibero América, sino que estemos más cerca de ellos; de esa cultura mestiza de ida y vuelta que tanto nos obliga y que tú con otros muy pocos (ojalá fueran más), potencian; dan a conocer y sobre todo dais esos ideales a una juventud que está carentes de ellos. 

Muchísimas gracias por todos tus esfuerzos que son maravillosos, y enhorabuena porque tu aventura ha llegado a buen puerto, consiguiendo llegar al otro lado del Atlántico. 

Gracias Álvaro y un abrazo.
Miguel de La Quadra Salcedo


PRÓLOGO 2

JOSE LUIS DE UGARTE


En este libro, Álvaro de Marichalar nos describe en cinco capítulos sus viajes por la mar a bordo de lo que yo denomino "motocicleta de agua" Y lo hace de una manera magistral. Nos cuenta su ilusión por ser el primero en cruzar el Atlántico en esa máquina. Los años de preparación. El conocimiento y respeto hacia los intentos y fracasos de otros adversarios; y como por fin, llega a conseguirlo. Sin duda, la preparación ha sido excelente como así lo requiere una travesía de esta naturaleza. La única defensa de su pequeña embarcación es su velocidad; su maniobrabilidad y ¡la gran pericia! del patrón para ser capaz de protegerse de las olas que terminan fácilmente con cualquier ilusión en un instante. La mar no es un sitio donde se puedan cometer errores. Entre los marineros es de conocimiento general que las equivocaciones en la mar las paga el marino. Recuerdo muy bien el día que Álvaro vino a verme. Le recibí en Las Arenas, en el club. Me contó sus planes y me pidió opinión. En un principio, y teniendo en cuenta mi escasa simpatía por estos vehículos de agua que a veces molestan en las calas y en otros sitios tranquilos cuando el tripulante no cumple las normas; le escuché con cierto escepticismo. Pero a medida que fue desgranando sus planes al detalle, contándome las medidas de seguridad, su contacto con el barco nodriza que le asistiría durante la travesía (esencial para darle combustible y víveres) me fui dando cuenta que la planificación era muy correcta y difícil de mejorar. No hay duda que era el resultado de mucha meditación y buena preparación. Una vez terminada la larga conversación y después de que me contestara a muchas preguntas, le expresé mi clara y sincera opinión: "creo que tu viaje es muy posible; lo único que nos queda por comprobar es si todo lo expuesto aquí, tanto los equipos en tu pequeña embarcación, como los del barco nodriza estarán a bordo, que funcionan bien, que habrá repuestos tanto en la moto acuática como en el barco y que se van a utilizar correctamente en la mar y aún en condiciones difíciles" Me trasladé a Canarias cuando Álvaro ya había llegado allí desde Italia después de haber atravesando el mar Mediterráneo tocando puertos africanos y europeos; y por cierto, en condiciones muy duras. En ese momento, después de las 3.000 Millas Náuticas recorridas, todo estaba a punto e hicimos las pruebas en una navegación entre islas. Todo fue según lo previsto. En la gran travesía del Océano Atlántico, Álvaro no encontró la mar más fuerte de su Expedición (fue más duro el Roma-Canarias, el Caribe y la navegación a lo largo de toda la costa atlántica de los Estados Unidos..) pero era donde corría los mayores riesgos: un fallo en la comunicación por radio con el "nodriza"; las frecuentes pérdidas de vista entre ellos en medio del oleaje del alisio; la moto averiada o su patrón enfermo.. Muy lejos de cualquier costa, una moto acuática es ¡muy pequeña! en el Océano. Aquí, nos cuenta sus travesías y a través de sus líneas podemos adivinar de que calibre está hecho este marinero: Álvaro de Marichalar. ¡¡Enhorabuena Álvaro!! 

José Luis de Ugarte
Marinero
Las Arenas, Guetxo, Vizcaya

CARTA DEL ALMIRANTE DELEGADO DE VELA DE LA ARMADA ESPAÑOLA

Querido Álvaro,
La aventura marinera que has llevado a cabo como deportista número uno de motos acuáticas, es una continuación de tu brillante palmarés, con muchas travesías; algunas de ellas muy arriesgadas. Citaremos a modo de ejemplo la regata Mallorca-Cerdeña-Mallorca de mas de 800 millas; y sobre todo la Canarias-Bilbao, de 2.200 millas náuticas, que constituyeron récords del mundo de distancia navegada en moto acuática. 
En todas estas navegaciones, Álvaro, has demostrado, primero una intensa afición y amor a la mar, y segundo una concienzuda preparación técnica para poder afrontar con éxito este tipo de eventos náuticos. Los que hemos hecho de la mar casi la razón de nuestra vida, y nuestras ilusiones, comprendemos mejor que nadie tu enorme mérito como deportista, y como poco a poco y con mucha ilusión y coraje has ido progresando en la navegación en este tipo de embarcaciones, encontrándote en este momento sin duda alguna, en la elite mundial. Especialmente, tras haber conseguido la irrepetible hazaña de cruzar el Atlántico en moto acuática, en una travesía que partiendo de Roma y tocando el norte de África y Baleares, dio el salto desde Canarias, a la otra orilla del Atlántico. 
Como Almirante y Delegado de Vela de la Armada, pero sobre todo como regatista y amante de la mar, quiero aportar mi ayuda dándote ánimo para que continúes con tus esfuerzos, conquistando nuevas metas, y deseándote los mayores éxitos en todas las navegaciones que tienes por la proa. Buenas singladuras querido Álvaro, te las mereces. Un fuerte abrazo,

Marcial Sánchez-Barcaiztegui y Aznar Almirante, Delegado de Vela de la Armada 

CARTA DE JESÚS ESCARPA

Pocas veces se ve tan claro algo así en alguien . Que Alvaro está enamorado de la aventura y en concreto de la aventura que proporciona la navegación en una moto de agua, está clarísimo y demostrado. Lo que para otras personas pudiera significar sufrimiento , desasosiego e incluso pánico , él lo convierte en entusiasmo , en pequeñas metas a superar sin vacilación alguna. Sé que Álvaro es una persona conocida en algunos sectores sociales de cierta relevancia popular , pero el Álvaro que yo he tenido la suerte de conocer, es por ahora un gran desconocido incluso para los que alardean de conocerlo bien. Quizás mi posición de imparcialidad absoluta pueda dar a conocer un poco mejor a ese Álvaro que sueña con abrirse su propio camino entre los deportistas de elite, entre los que trabajan en solitario, y no porque desprecie el trabajo en equipo, sino por las peculiares condiciones de la navegación en solitario, de grandes distancias tan largas como los medios se lo permitan. De hecho no solo sueña sino que ya es realidad; ya está en ese puesto que le corresponde por propio mérito y esfuerzo. Sería justo que las personas que conocen algo de él supieran también de sus éxitos deportivos, me gustaría referirme a alguno de sus grandes éxitos, aunque uno de ellos ensombrecido por la tragedia, fue a pesar de ello también éxito deportivo, tal vez el más difícil conseguido por Álvaro hasta el momento. Es de éste del que me gustaría hablar con conocimiento de causa, pues también formé parte importante de tan difícil vivencia. 

Tras mi participación en varias de las navegaciones de Álvaro, con carácter puramente de competición, pudimos entablar una relación profesional y deportiva que permitió sin darnos demasiada cuenta empezar a conocernos, así al mismo tiempo crecía una confianza mutua que nos dura hasta el día de hoy. A Álvaro estas pruebas le resultaban atractivas pero al mismo tiempo sentía que terminaban demasiado pronto, su espíritu aventurero quedaba sin saciar. Además, sentía que no era su principal satisfacción ser el más rápido, sino ser el más resistente, el más perdurable, así pues había que idear algo para que ese veneno que le había entrado por las venas, hasta crearle esa sana adicción, pudiera causarle el efecto deseado. 

Al principio, técnicamente todo parecía estar en contra, pues una moto de agua por su particular construcción no es una embarcación muy propia para hacer largas distancias, pues su autonomía es reducida. Aún así consiguió adaptar esta pequeña embarcación a una serie de travesías que pudo realizar en solitario. Tras estas exitosas y satisfactorias pruebas pensó : " Cada vez necesito una mayor distancia a recorrer " Su entusiasmo fue creciendo, al mismo tiempo su capacidad física fue en aumento y consiguió una confianza en sí mismo, que le impulsó a idear una gran travesía . La primera tan larga que se haría sobre una moto de agua: "Canarias - Bilbao " ¡ Qué gran reto! Lo ideó todo; era tal su entusiasmo que aun no teniendo todos los cabos atados se lanzó sin pensarlo dos veces. Tenía el O.K del principal inconveniente: un barco de apoyo donde poder agrandar el depósito de combustible de su pequeña embarcación y ya de paso algún que otro bocado que no vendría nada mal; pues si la moto come, el cuerpo también necesita combustible. Con gasolina suficiente y comida necesaria ya no había pretexto para no iniciar dicha empresa y así comenzamos una de las pruebas deportivas más duras y bonitas que nadie hasta entonces había hecho. 

Desde el principio de la prueba, sin menospreciar la ayuda que todos íbamos aportando a cada momento, el principal ingrediente que permitiría el éxito fue su entusiasmo, su entrega inagotable y tenaz que nos impulsaba a todos. En más de una ocasión me habría quedado en puerto, agotado y sin apenas aliento para continuar. Y eso desde mi posición de absoluto privilegio a bordo de un gran barco.. ¿Cómo lo haces Álvaro? Combatiendo el frío, el hambre, el dolor de esas llagas que el salitre produce cuando uno va mojado permanentemente.., además siempre dando ánimos a todos, coordinando la labor de navegación, filmación, información a la prensa, atento al estado del gran hombre que patroneaba el barco de apoyo.. Una capacidad humana fuera de lo común, por no hablar de lo que significa ir con los ojos y cara sumergidos bajo una permanente ola que rompe una y otra vez en la piel.. 

Todo lo que pudiera decir sería insuficiente para hacer entender a cualquiera tan dura situación. Solo cabe una explicación, ni siquiera lógica: " Álvaro y el mar son una misma cosa ". 

El listón lo dejo muy alto en 1998: durante 16 interminables días, singladuras de 16 horas; 25 horas; hasta 27 horas de navegación diaria... 

Tuvimos que pagar un " peaje " muy caro: La vida de nuestro compañero Manolo, un día de esos fatídico que nadie puede predecir y todos quieren evitar. La más dura lección que da la vida, a cualquiera. Nadie está exento de perder a un ser querido, lo injusto e incomprensible todos los sentimos, pero Manolo fue uno de los pilares por lo que esa aventura pudo realizarse y ese es el tributo que nos dejó a todos. 

La vida tiene sentido cuando se vive, nunca cuando se pierde, por eso hay que continuar hasta ese día que todos tenemos y nadie aceptamos. Si no hubiera sido un éxito como Álvaro quiso e hizo que así fuera , el esfuerzo de Manolo no habría tenido sentido . 

Por eso, en el Atlántico creo que nos enfrentamos a un nuevo reto aun mayor, pero con más capacidad y madurez que antes. 

Somos muchas las personas que vivimos la aventura desde un punto de vista fantástico. Y muy pocas las personas que son capaces de conseguir un reto así; ponerlo en marcha, desarrollarlo y terminar con éxito. Además de lo emotivo, gratificante y atractivo que a cualquiera le puede parecer algo así, está la apuesta y entrega que Álvaro pone siempre, ayudando a organizaciones humanitarias, lo que supone un valor añadido que puede beneficiar a mucha gente necesitada. ¿Qué otro modo de entender la vida puede ser más bonito y gratificante para las personas a las que les importan otras más desfavorecidas? Esta aventura tiene por ello todos los ingredientes necesarios para que sea una vivencia única e irrepetible para las personas que creen en la vida. Me siento privilegiado por formar parte de ella. 

Gracias Álvaro por contar conmigo para algo tan importante e irrepetible. Ojalá entre todos lo consigamos. El listón lo has puesto muy alto. Sobre todo confío en ti. Aventura se escribe con "A" de Álvaro. Si alguien tiene capacidad para proponer , desarrollar y llevar a buen fin este proyecto , ese es Álvaro , estoy seguro de ello ¡ Ánimo Álvaro ! Tu coraje es el que nos mueve a todos los que creemos en tu proyecto y sobre todo: Creemos en ti. ¡ A POR TODAS! 

Tu amigo y mecánico,
CHUS (Jesús Escarpa)

INTRODUCCIÓN

Me gustaría contarte porqué me gusta el agua, el horizonte, el viento y la navegación en soledad, mientras siento la sobrecogedora presencia de Dios a través de su Creación. 
Me encantaría hablarte de lo fácil que es rezar en esa gran Catedral que es la Mar. 
En este libro te voy a decir porqué he bautizado mi pequeña embarcación con un nombre mítico: "NUMANCIA" 
En este libro que escribo para ti, te hablaré sobre mis pensamientos cuando sobrevuelo por las noches los misteriosos fondos marinos, navegando siempre en pie sobre un barco del tamaño de un delfín.. 
Intentaré transmitirte la fuerza que saco de la ilusión; ese poder inmenso que nos regala la ilusión.. 
Trataré de trasmitirte lo que siento cuando pongo rumbo al Horizonte Azul, y las razones que presiden mis travesías marítimas; los motivos que me ayudan a asumir el altísimo riesgo que afronto en la soledad del océano. Por eso te hablaré de mis campañas de promoción del deporte y la vida sana, contra las drogas.
De las colectas que, basadas en mis expediciones, se hacen para la Asociación Mensajeros de la Paz. 
De lo que significa luchar hasta el final por un reto.
De los récords de navegación logrados para el deporte español.
De la campaña que hago en pro del juego limpio y respeto al adversario. 
De los actos de hermanamiento entre tierras hispanoamericanas y españolas, que organizo para vincularnos cada vez más a nuestros hermanos iberoamericanos. 
De los mensaje de tolerancia y paz que se envían en estas travesías.
De lo aleccionador que ha sido poder visitar las costas de tantos países diferentes. Especialmente, las costas de tres naciones mediterráneas árabes que han entrado con fuerza en mi corazón: Túnez, Argelia y Marruecos. 
De lo emocionante que es solidarizarse con los hombres de la mar. Sentir y agradecer su ayuda. Ayudarles e ellos siempre, aunque pongas en riesgo tu Expedición. Aunque arriesgues tu propia vida..
De cómo sirven estas expediciones para concienciar sobre el respeto a la mar y la naturaleza. Aquí intentaré que veas lo que he visto: pesqueros arrasando los fondos y las especies utilizando redes ilegales; petroleros vertiendo crudo en alta mar ¡para "limpiar" sus depósitos! Cargueros lanzando contenedores conteniendo basura ilegal; muchas veces peligrosos productos químicos e incluso material radioactivo. Los humanos utilizando nuestra frágil mar como un gran basurero... 

Procuraré compartir contigo mi sentimiento de respeto, admiración y cariño hacia los miembros de las Fuerzas Armadas. Especialmente los marinos de guerra de las armadas de los dieciséis países que me han ayudado y animado siempre. En particular los de la Armada Española y concretamente la dotación de la fragata "NAVARRA" Tuve el gran honor de saludarles en la Base Naval de Rota, embarcándome unos minutos. La fuerza de las palabras de su Comandante me acompañaron y acompañarán siempre. En mi libro voy a resaltar el papel de nuestra Armada como garante de la Paz. 
Te contaré todo lo referente a mi técnica de navegación; preparativos; sistemas de comunicaciones y orientación; medidas de seguridad; logística.. También voy a escribir sobre los apoyos que recibo de personas valientes y nobles. De empresas e instituciones que han confiado y confían en las posibilidades de un navegante español. 
También tendré que hablar, aunque lo menos posible.., de las traiciones; de las personas pequeñas que se aprovechan del riesgo ajeno. O de las pocas que no son capaces de dar la enhorabuena a un navegante, tras conseguir un récord mundial para el deporte español. Incluso de instituciones que rechazan (sin dar argumentos) un reconocimiento propuesto por una Federación deportiva... 
Este es el primer libro que escribo en mi vida. Siendo estudiante me encantaba escribir. Los profesores decían que transmitía mis sentimientos y me animaban dándome buenos consejos. Aquí vas a leer sobre sentimientos. Todo lo vas a ir descubriendo en mi cuaderno de bitácora. Probablemente vas a ver realidades que te sorprenderán. Por ejemplo, lo mucho que me ha costado conseguir patrocinadores. Aunque hay muchas marcas de tabaco y alcohol que me llaman para patrocinarme, llevo años sin aceptarlas al ir en contra de mis campañas en pro de la vida sana y el deporte. Esa renuncia me lleva a tener que buscar patrocinadores en otros ámbitos. Y me pasan cosas muy curiosas que no creo que les sucedan a muchos deportistas.. Por ejemplo supeditar el apoyo del patrocinador, al éxito de la Expedición.. 

COMO EMPEZÓ TODO

Era Navidad de 1982. Yo estudiaba en la Universidad en los Estados Unidos. Tenía pocos días de vacaciones y tomé la decisión de quedarme al otro lado del Atlántico. Sería la primera Navidad que no pasaba en casa. Aunque había estado interno entre los 9 y los 15 años, la Navidad siempre había sido en familia. Cuatro años atrás, también en Navidad, había muerto mi querido Padre. Fue el peor momento de mi vida. Creo que seguirá siéndolo siempre.. El era una persona fantástica entregada a su familia y a sus convicciones. Todos los días le pienso y añoro, entre otras cosas porque logró transmitirme las ideas y pautas ante la vida que presiden mis actos. Uno de los motivos que me animaron a marcharme a América a estudiar, fue el intento de alejarme del dolor por su desaparición, que seguía encogiéndome el alma. Quería romper un poco con mis recuerdos y también con cierta frustración que sentía por no poder hacer en la vida lo que realmente me gustaba: ser piloto de combate. En 1981, había finalizado mi servicio militar en el Ejército del Aire tras dos años como voluntario. Mi objetivo era ingresar en la Academia del Aire. Tenía el título de Piloto Privado; el COU y "la Mili" Además era hijo de militar. Tenía todas las posibilidades de poder iniciar el camino que me llevaría a mi pasión y vocación: pilotar cazas de combate. Lamentablemente para mí, un accidente de tráfico truncó mis ilusiones y proyectos. Una chica portuguesa de 16 años que le había quitado el coche a su padre, me envistió tras saltarse un Stop en un cruce en el barrio de "El Viso" de Madrid. Mi coche, un Renault 5 con el que iniciaba mi afición a las carreras en el circuito de "El Jarama", volcó tras el impacto. Mi mano izquierda quedó atrapada. En el hospital, no me amputaron el dedo medio de milagro. La mano me quedó con unas secuelas que hacían imposible continuar con mi sueño de volar. Por todo esto, marché lejos a estudiar algo muy distinto a la milicia: Empresariales. Nada que ver con la libertad de volar, pero que me ayudaría a ser independiente. Mi nuevo objetivo era aprender a hacer empresa. Quería trabajar para mi mismo. Andaba triste tras mi decisión de no volver a España la última semana de 1982 cuando me llamó Andrea Schüring. Andrea era una buena amiga de los veranos en Sotogrande. Al enterarse que me quedaba en los EE.UU. me convidó cinco días a un barco con sus padres. Iban a navegar por las Islas Vírgenes y llevaban a bordo un "jet-ski" Era un cacharro similar a una moto acuática de las actuales donde se navegaba siempre en pie. Hasta ese momento, había navegado en pequeñas lanchas a motor; tablas a vela y catamaranes. Cuando probé por primera vez la nerviosa embarcación, sentí una relación total con la mar. Era algo muy diferente de la sensación que sentía en otros barcos donde se navega por encima de la superficie. Aquí me mojaba, el agua saltaba sobre mí. Estaba dentro del medio en un duelo constante con la mar. No navegaba sobre la mar; navegaba con la mar. Enseguida pensé viajar a un islote que estaba a media milla. Así lo hice. Puse proa a la pequeña isla. Al llegar le di toda la vuelta admirando su litoral. Era increíble.. Una sensación muy parecida a volar. La misma emoción. La misma libertad. En realidad, al navegar se sobrevuela el misterioso fondo del mar... Pensé que nunca dejaría de navegar, había descubierto mi gran afición y deporte favorito. Por un momento pensé que sería posible, algún día, venir desde Europa a América navegando en una embarcación así. Por primera vez, pensé en la posibilidad de cruzar el Océano Atlántico... 
Durante veinte años navegué aprendiendo de la mar. Siempre en solitario, cada vez me sentía mejor frente al gran horizonte azul. 
En 1992 comencé las grandes travesías. Ibiza-Mallorca; Sevilla-Génova; San Sebastián-Cadaqués (pasando por Baleares); Ceuta-Mallorca; Canarias-Bilbao (una travesía que marcaría mi vida); Mallorca-Cerdeña-Mallorca; Canal de Panamá.. Fueron expediciones muy arriesgadas realizadas durante diez años de gran dedicación en los que empecé a ganar cierta experiencia marinera. Salvo la Expedición Canarias-Bilbao y la Mallorca-Cerdeña todas las demás travesías (un total de treinta) las hice siempre sin barco de apoyo. En esos años, logré establecer cinco récords del mundo de navegación para el deporte español. Siempre con un objetivo en la proa: cruzar el Atlántico. Cruzar el Océano Atlántico era un desafío total. Suponía el reto de mi vida deportiva. Y no solo para mí. Había navegantes de todo el mundo que querían cruzar el mítico Atlántico en moto acuática. Desde 1990, lo intentaban. Numerosos deportistas querían ser los primeros y posiblemente los únicos, ya que una vez logrado sería poco atractivo realizarlo otra vez. Se estableció una auténtica competición internacional por conseguirlo. Muchos de los adversarios nos conocíamos. Incluso nos reuníamos frecuentemente para poner en común experiencias, proyectos, logística.. Eran encuentros amistosos entre rivales, siempre presididos por el espíritu del "Fair Play" (juego limpio) Recuerdo las reuniones que mantuve con el gran navegante francés Alexandre Debanne en Paris. El era uno de los que querían cruzar el Atlántico en moto acuática; y probablemente el que tenía más posibilidades de conseguirlo dada su óptima preparación y los fuertes apoyos de patrocinadores franceses que conseguía a través de la sociedad Hervé Hubert Production de Vincent La Gaff. En uno de nuestros encuentros parisinos, me propuso hacerlo en grupo. Alexandre había conseguido el barco de apoyo "DOUCE FRANCE" y tenía la intención de navegar desde Nueva York a Paris. Yo le contesté que me parecía muy interesante y que estaba dispuesto, aunque sugerí hacer una larga y dura navegación previa al Atlántico para poner a punto la moral, el físico, las máquinas, los equipos, la tripulación del barco de apoyo, etc. Creía, le expliqué, que ahí estaba la clave del éxito: lanzarse al Atlántico con la seguridad total que se obtendría de una dura navegación costera previa. Aunque estuvimos a punto, el proyecto no salió adelante. 
Yo seguía intentándolo. Una de las cosas más difíciles era localizar un barco de apoyo con autonomía y velocidad. En el caso de encontrarlo, la siguiente tarea suponía convencer a su propietario para que lo alquilara, advirtiéndole antes que se necesitaba transportar una gran cantidad de gasolina a bordo de su embarcación.. Si aceptaba, después tocaba convencer al capitán.. Si todo esto salía bien, era necesario encontrar una compañía de seguros que asegurara el transporte del combustible. Después, localizar una tripulación, etc. Durante años, hablé con propietarios y tripulaciones de todo el mundo. Solo Dios sabe la cantidad de barcos que visité y las personas a las que hablé de mi proyecto. Siempre que veía un barco capaz de cruzar el Atlántico, hablaba con el capitán o propietario y les anunciaba mi proyecto de cruzar el océano en moto de agua. Preguntaba si tenían la intención de cruzar, y en ese caso si podía acompañarles. Para mí, la mejor de las posibilidades era localizar un barco que fuera a América. Yo podía costear los gastos del transporte y evitar tener que alquilarlo. El propietario también salía beneficiado al ahorrarse los costes. Propuse todo tipo de fórmulas imaginables. Muchos propietarios y tripulaciones se tomaron muy en serio mis intenciones (aún sigo recibiendo sus mensajes de apoyo) Otros, probablemente, no tanto.. Durante años, en las tabernas de muchos clubes náuticos (españoles y extranjeros) se hablaba de "uno que anda buscando un barco de apoyo para cruzar el Atlántico en moto de agua" Puedes imaginar que la idea dio juego para todo tipo de comentarios; positivos y "menos positivos" Sin embargo, de esos comentarios salieron personas que me ayudarían mas tarde. Se trataba de marineros de verdad; respetuosos con cualquier iniciativa que venga de los que amamos la mar, la aventura, el desafío y las ideas. En verano de 1996 localicé un barco. Se trataba del "ECO" Probablemente la mejor embarcación que se podía conseguir ya que tenía la autonomía y velocidad suficientes para poder asistirme en la travesía trasatlántica. El barco tenía una velocidad de crucero similar a la mía. Eso significaba que podría navegar cerca de mí; limitando mucho mi riesgo. Este barco se encontró a través del broker Camper and Nicholson. Georges Nicholson me ayudó durante años a buscar un barco de apoyo. Me consta que intentó todo lo que pudo y por eso le estaré siempre agradecido. Aunque estuve cerca de zarpar con el "ECO", al final no pudo ser. 
En 1999 estuve también cerca de zarpar. Encontré dos barcos pero por distintos motivos tampoco salieron bien las cosas. En 2000 encontré otro barco. Se trataba del antiguo "NO LO SE" Estaba en Palma y era propiedad de un alemán que lo acababa de comprar y tenía la intención de llevarlo al Caribe. Tras negociar durante meses, llegué a un acuerdo con el. Trabajé incansablemente para prepararlo todo. La idea era zarpar desde Palma de Mallorca con rumbo a Canarias para cruzar a Brasil. La semana anterior a la fecha establecida para zarpar fue de una actividad frenética. Equipos, material, víveres, etc.; todo estaba estibado a bordo de un barco que había buscado durante años y que por fin había encontrado. Unas horas antes de zarpar, cuando estaba todo listo, el capitán nos convocó al propietario y a mí para decirnos que se retiraba del proyecto. Nos confesó que sentía miedo. No quería asumir el riesgo que suponía una travesía así. Aunque frustrado, entendí y respeté su decisión. Habría que resignarse y dejarlo para mas adelante, pero no me iba a rendir. Ese mismo año recibí una emocionante propuesta de la Armada francesa que quería ayudarme. Lo agradecí muchísimo, pero no pude aceptar (muy a mi pesar..) algunas de las condiciones que proponían. 
En 2001 lo intenté todo. José Luis de Ugarte me puso en contacto con unos franceses que vendían un barco pesquero con autonomía suficiente. Era lento pero yo ya había renunciado a conseguir una embarcación de apoyo que pudiera navegar cerca de mí. Había decidido arriesgarme y navegar muy por delante del nodriza. Aunque comportaba un alto riesgo, era la única manera de conseguirlo. Fui a verlo a Francia y estuve a punto de comprarlo, con la intención de venderlo mas tarde en América a unos pescadores vascos que faenan todo el año en esas latitudes. No alcancé un acuerdo en precio. José Luis también me puso en contacto con una cofradía de Bermeo para alquilar un pesquero de altura. Hablé muchas veces con ellos pero tampoco salió la cosa adelante. 
Buscando en Internet localicé los datos de un catamarán a motor inglés que se llama "ADVENTURER" Escribí a los propietarios y a los cuatro días estaba en Plymouth, Inglaterra reunido con ellos. Mi idea de cruzar en moto acuática les pareció apasionante, aunque me advirtieron que lo consideraban demasiado duro y difícil de realizar por un solo navegante. El suyo era el barco ideal, pero demasiado caro para mi presupuesto. Además, su compañía de seguros no estaba dispuesta a tomar el riesgo del transporte del combustible sobre la cubierta. Aún así John Walker me dio su apoyo en una visita donde comprendí bien porqué los ingleses han navegado tanto en la historia: entienden y respetan como pocos los desafíos de los navegantes. 
Preocupado, viajé a Formentera en busca de la paz que solo encuentro en esa pequeña isla balear. Salí a navegar y, avisté un catamarán francés. Me acerqué y hablé con Jean Pierre, el capitán. Era simpatiquísimo y estimó que el proyecto era apasionante. Me dijo que había oído hablar de una iniciativa francesa similar (se refería a mi amigo Debanne) Le propuse alquilar el barco y prometió consultar al propietario. A los tres días me llamó diciendo que el armador no estaba interesado. Sin embargo conocía otro barco similar y me puso en contacto con Patrick, su dueño que me citó en Port Camargue. En Francia pude inspeccionar a fondo el barco. Era lento pero podía servir. La travesía sería muy arriesgada con un barco así, pero no había alternativa. Patrick acababa de vender su empresa informática y había comprado el barco. La idea de alquilarlo le interesaba para rentabilizar su inversión. Negocié con él durante horas y al final llegamos a un acuerdo. Después de redactar un borrador de contrato, lo señalicé. Solo quedó pendiente el asunto del seguro. Tendría que buscarlo yo.. 
Una vez mas, mi Expedición Trasatlántica era posible. Volvía a tener un barco de apoyo.. De vuelta en España, puse mi maquinaria organizativa a funcionar otra vez. Búsqueda de patrocinadores; medios de comunicación; equipo de apoyo.. Durante varios meses fui organizándolo todo. Era un trabajo que me absorbía por completo. Tanto que puse a hibernar mis pequeñas sociedades inmobiliarias para dedicarme al cien por cien a la organización de mi Expedición. Fueron seis meses donde las jornadas eran de 16 horas de trabajo cada día. No había fines de semana. Pasé noches enteras en el "Workcenter" de María de Molina en Madrid. Los empleados comentaban entre ellos sorprendidos. Se trataba de organizarlo todo y no podía delegar. Son cosas muy específicas que tiene que hacer uno mismo. No hay referencias. Nunca se ha organizado algo así. Para poder contarte a fondo lo que supone organizar una Expedición como esta, necesito escribir otro libro específico sobre el asunto. Probablemente lo haga en el futuro. Solo puedo decir que es la parte más dura, difícil e ingrata de mis travesías. Pasé por momentos difíciles. Muchos de ellos, solo comparables a los más duros que he vivido a lo largo de mis veinte años de trayectoria empresarial. Una negociación difícil fue la que mantuve con Televisión Española. Reunido con su Director algunos meses antes de zarpar, no aceptó patrocinarme (lo cual me sorprendió ya que mi propuesta era calcada a otras que si patrocina..) Tampoco quiso un resumen diario ya editado, que ofrecí enviar gratis vía Satélite a TVE (el mismo resumen que tres días más tarde ofrecí en Italia y sí quiso la cadena de TV italiana STREAM, convirtiéndose en un programa líder de audiencia en Italia y además pagándome por las emisiones..) Lo que sí aceptó y prometió fue mi propuesta en el sentido que TVE se comprometía a comprarme un vídeo sobre la Expedición, en el caso hipotético que lograra llegar a América con éxito. La verdad es que ese tipo de propuestas me gustan, ya que prefiero asumir siempre el 100% del riesgo que evite cualquier "mal entendido de última hora.." 
Otra de las negociaciones clave fue con BOMBARDIER, fabricante de la moto acuática. Para ellos, mi iniciativa era una oportunidad única de promoción para su marca y su producto en todo el mundo. Si salía mal no sería una buena publicidad.., pero se lograba cruzar el Océano Atlántico con una moto acuática de la marca BOMBARDIER, el prestigio y publicidad para la marca en todo el mundo sería inmenso. Invalorable. Consciente de estas circunstancias, propuse a BOMBARDIER Canadá poco en el inicio, pero "a tope" en el caso de que lograra llegar a América. Se trataba de "premiarme" el riesgo que asumía yo en solitario. BOMBARDIER, a través de los directivos del departamento de márketing de la división que fabrica las motos acuáticas, valoró mis propuestas y las posibilidades que tenía de lograrlo, y se comprometió conmigo a premiar mi esfuerzo en caso de éxito. 
Desde el punto de vista técnico, propuse al fabricante canadiense utilizar el modelo más inestable y menos cómodo; pero también el más ágil: la "XP" Cualquiera hubiera elegido una "triplaza" por su comodidad y mayor estabilidad. Sin embargo, yo buscaba la más marinera. La embarcación que tuviera la máxima capacidad de reacción en los temporales. La XP respondía a mi prioridad: tenía una gran capacidad de resistencia. También propuse sustituir el motor de carburación que trae de fábrica, por uno de inyección, que era mas silencioso, fiable, limpio y de bajo consumo; lo que permitiría un menor peso del combustible a transportar por el barco en el tramo trasatlántico (así, el barco navegaría más rápido y con menor riesgo) En un principio, la marca tuvo sus dudas sobre la conveniencia del cambio del motor. Finalmente, su distribuidor en España, Jets Marivent, a través de su presidente; mi buen amigo Oliver Fröls, decidió apoyar mis ideas aunque advirtiéndome que tenía que encargarme yo de hacer la adaptación. Acepté y encargué la tarea al mejor mecánico de motos acuáticas que hay en el mundo: Jesús Escarpa. Como siempre, mi gran amigo y mecánico Jesús (Chus) sería el encargado de llevar a la realidad mis ideas. No solo sería el motor nuevo. También había que reforzar todo el casco para que aguantara; montar un deposito de combustible mucho más grande que me diera mas autonomía; instalar un sistema de navegación para orientarme; una radio para comunicarme con tierra y otros barcos; luces para navegar por la noche. , y un sinfín de cosas que requerían una gran capacidad y dedicación. El fabricante y su distribuidor colaboraron en la cesión del casco, motor y recambios. Por mi parte, tuve que asumir una fuerte inversión para financiar las horas de trabajo que había que invertir, y hacer posible la adquisición y fabricación artesanal de un número ingente de piezas, que harían posible adaptar el nuevo motor y todos los equipos suplementarios. Chus trabajó muchos meses para conseguir una máquina capaz de resistir. Solo él podía conseguirlo. No hay un mecánico con las ideas, la perseverancia, el cariño, la técnica y el instinto que tiene mi amigo Jesús. Gracias a él, Bombardier y yo pudimos tener una embarcación con grandes posibilidades de conquistar el Atlántico. 
Poco a poco, se fueron amarrando todos los cabos y se estableció una fecha y un lugar para zarpar: el 29 de Diciembre de 2001, desde Roma. Pero, ¿porqué zarpar desde Roma para cruzar el Atlántico? ¿No está un poco lejos Roma del Atlántico..? Hay una respuesta a estas preguntas. Mi principal objetivo siempre fue asegurar al máximo el éxito de la misión. Había que afrontar el Océano Atlántico con todas las garantías. No hay mayor garantía de éxito en la lucha, que la que se deriva de un riguroso entrenamiento. Por eso, pensé en hacer una navegación equivalente en distancia al Atlántico, antes de lanzarme al océano. Así podría asegurar que todo funcionaría bien y que yo resistiría. Necesitaba encontrar una ruta que me dejara en Canarias tras haber hecho 3.000 Millas Náuticas. Pensé en Roma por varias razones. Era la cuna de la Cristiandad. Italia me apoyaba desde mi primera gran Expedición de 1993 (Sevilla-Génova) Y zarpar desde Italia en el quinto centenario del último viaje de Colón tenía un gran simbolismo: al genovés le ayudó Castilla. 500 años después, y guardando todas las distancias, a un navegante navarro le ayudaba Italia.. Además mi embarcación se llama "NUMANCIA", y era precioso que NUMANCIA zarpara desde el mismo sitio donde tenía la escuadra de guerra la Roma Imperial. La misma Roma que fue desafiada por la pequeña población íbera de Numancia, resistiendo heroicamente y sin rendirse jamás. Se trataba de unir Italia y España con América y los países árabes del sur del Mediterráneo: Túnez; Argelia y Marruecos. Zarpar desde Roma tenía sentido y me daría fuerza. 2000 años más tarde, Roma ayudaría a NUMANCIA a vencer... 
Durante los meses de preparativos, hice un comité de personas que me apoyarían moralmente en mi iniciativa (Ver miembros del comité en: www.Atlantik2002.com) Todos aceptaban cuando les llamaba por teléfono. Salvo uno: José Luis de Ugarte. Para mí, el mejor marinero que existe. Educado se disculpó por no poder aceptar apoyar una Expedición en la que no creía. "Querido Álvaro, he seguido muchas de tus travesías y sé que has hecho cosas importantes, pero el Atlántico es distinto. No creo en tus posibilidades y por eso no quiero estar en el comité de tu Expedición" Frustrado le insistí tanto que me citó en Vizcaya para que intentara demostrarle que era posible cruzar el Océano en una embarcación tan pequeña. Sin dudarlo fui a Bilbao y me reuní en el marítimo con él. Me encerró en una pequeña sala y me preguntó mil cosas distintas durante dos horas y media. Al final me miró a los ojos y tendiéndome la mano me dijo: "Álvaro, no solo voy a aceptar ser miembro del comité de tu travesía, sino que tu llegas a América... Voy a hacer todo lo que pueda para que así sea" Pocas veces en mi vida he sentido una mayor sensación de satisfacción y reconocimiento como esa tarde en Guetxo. 
El 10 de Octubre de 2001 hablé por teléfono con mi admirado amigo Miguel de la Quadra Salcedo. Nos habíamos visto por última vez justo antes de los terribles sucesos del 11 de Septiembre. Al inicio de nuestra conversación me comentó refiriéndose al ataque en EE.UU.: "-esto parece otra galaxia, otro mundo desde que nos vimos hace unas semanas.., como tienes tu proyecto, ¿sigues adelante con tu idea de intentar cruzar el Atlántico? " Le respondí: "por supuesto Miguel" Su reacción, inmediata, me llenó otra vez, de fuerza y emoción; "-Me alegro muchísimo Álvaro. Éstas iniciativas que nacen de la ilusión son muy positivas para nuestros jóvenes, y más ahora. ¡Adelante!" Desde el año 1992, cuando le pedí por primera vez consejo para realizar mi primer gran sueño marítimo, Miguel siempre ha estado ahí. El reto entonces era navegar en solitario y sin barco de apoyo, desde Sevilla a Génova (Italia) Fue un éxito y se logró un récord para la navegación española. Sus consejos, sabiduría y fuerza, regalados siempre desde la nobleza de su talante y espíritu, han sido para mí una fuente de energía fundamental en todas mis travesías. Por eso, Miguel preside el comité de mi travesía atlántica, lo que constituye un alto honor para mí, y para todos los que han ayudado a hacerla realidad. 
Pocos días antes de la fecha establecida para zarpar, un querido hermano mío, el que me sigue en edad, sufrió un infarto cerebral. Decidí suspender temporalmente mi Expedición. Gracias a Dios, salió adelante y pude establecer una nueva fecha para zarpar. El 23 de Febrero. 

CAPITULO I Primera Etapa: Roma - Islas Canarias

Mi Travesía Trasatlántica se inicia por fin. El objetivo es intentar cruzar el Océano Atlántico a bordo de una pequeña embarcación de dos metros y medio de eslora. Probablemente el barco trasatlántico más pequeño... Hasta ahora, todavía nadie ha conseguido cruzar el Atlántico a bordo de una moto acuática. De lograrse, supondría un hito y también un nuevo récord mundial. Para mí es un sueño perseguido desde que empecé a navegar en este tipo de embarcaciones. Durante veinte años he intentado aprender de la mar. He navegado mucho. Solo. Con el horizonte como testigo y el viento como acompañante, he viajado sintiendo siempre que cabalgaba en pié sobre un alegre delfín. He tenido la suerte de vivir experiencias maravillosas; únicas en su intensidad y belleza. También he podido sentir el miedo, la angustia y el horror de la tragedia. Hace ahora cuatro años, un fortuito accidente, más terrible de lo imaginable, apagó durante muchos meses mi alegría por vivir. Perdí a un compañero. Creí que nunca iba a volver a navegar. Ni en la Mar ni en la Vida.. La desesperanza y frustración me atraparon por larguísimo tiempo. Fueron muchos meses de un dolor indescriptible. Interminables días de total soledad frente al horizonte cantábrico donde ya no quedaban ni las lágrimas que me ayudaran a sentir mi ser.. Pero por fin, con la ayuda de Dios un rayito de esperanza me animó. A ello contribuyó muchísimo los consejos y ánimos de mis buenos amigos (Almudena, Javier, Fernando, Mónica, Iñigo, Kitín..) Una fría noche, volví a navegar. Viajé desde Ibiza a Mallorca. 
Solo, frente a la mar y a mis miedos. Desde entonces, estoy intentando recuperar la ilusión que tenía. Se que nunca lo conseguiré al cien por cien, pero la tentativa de cruzar el Atlántico me ayudará. 

Han sido muchos años de soñarlo. De preparación y aprendizaje. Ahora, escribiendo estas líneas, siento un gran miedo y una gran ilusión a la vez, hacia lo que me espera. Navegaré solo. Durante más de sesenta días lucharé siempre en pie contra la fuerza de la naturaleza. Sabiéndome siempre en precario sobre mi delfín, me batiré contra el viento, las grandes olas, el frío, la lluvia, el sol, la niebla y la noche.. Navegaré siempre de pie para evitar lesionarme la espalda. Esa es una de las claves de mis posibilidades; estoy acostumbrado a navegar de pie. Así se reparte el esfuerzo por todo el cuerpo y se resisten los días duros en la mar: catorce horas de media. Aunque el barco de apoyo me seguirá, estará siempre muy lejos. Yo navego a otro ritmo y mas rápido. Soy consciente que en el caso de una lipotimia, desmayo, o cualquier otro problema físico que me deje sin capacidad de reacción, no habrá nada que hacer. También sé que cuando hay mar no es posible acercarse siquiera al barco porque las olas lo zarandean como si fuera de papel, y un golpe contra el barco puede ser fatal. En resumen, las posibilidades de que el barco pueda rescatarme en caso de necesidad son muy bajas. Por eso, sé que asumo un riesgo altísimo y que navegaré sintiendo la soledad más absoluta. Me enfrentaré a tormentas. El viento rugirá sin piedad sobrecogiendo mi espíritu. Me caeré de mi embarcación muchas veces. Me levantaré una y otra vez... El agua fría helará mi cuerpo. La mitad del tiempo de navegación será nocturno; unas siete horas diarias frente a las estrellas. Los faros de costa se harán meta inmediata. Me cruzaré con barcos de todo tipo. Me acercaré a hablar con los pescadores que me mirarán dentro de la mirada regalándome toda su fuerza. Voy a sentir temor o sosiego cuando vea las ballenas, tortugas, atunes, medusas, tiburones, peces voladores, delfines... Me concentraré en mi rumbo, en no equivocarme y conservar la ilusión que me mueve en mi intento. Sé que me voy a enfrentar a mil peligros. A sorpresas que no puedo ahora imaginar siquiera. Lo peor de todo será el frío intenso que desarbolará mi voluntad. Llegaré a desmoralizándome casi totalmente. Pero confío en que me quede el rayito de esperanza que me ayudó una vez. Ese que nos saca casi siempre a casi todos de tantas situaciones casi imposibles... 

Esta es una aventura importante para mí. También lo es para todas las personas que la apoyan desde tantos frentes. Se intentará un récord para la navegación española. Hay muchas personas que confían en las posibilidades de conseguirlo y que aportan constantemente su energía positiva. Soy consciente también que hay personas que no valoran así la iniciativa. Piensan que es lo que no es, porque no pueden imaginar lo que representa una iniciativa así. En este caso, como en muchos otros, desconocen la realidad y no les interesa intentar aprender. Ya tienen su opinión larvada en su propia mente y temen reconocer una posible equivocación. Aún así se permiten opinar. No quieren, ni pueden, ni tienen que ayudar. Esta no es su travesía. Nuestro esfuerzo no se puede limitar en su limitación. Pero si les pedimos algo. A ellos solo les pido respeto. El respeto que merece toda iniciativa limpia, que nace de la ilusión y se alimenta de la esperanza. Un viejo navegante, marino de guerra de la Armada española me comentaba: "- Esta travesía será un éxito si logras zarpar de Roma: significará que lo has intentado" Creo que tiene razón; si llego a América, reconoceré humildemente que pude no haber llegado. Si no llego pensaré que pude haberlo conseguido. Pero nada de esto pasará si no lo intento. 

Ahora, confiado en Dios, zarpo rumbo al horizonte azul. Rumbo Oeste, rumbo a mi sueño. 

Entrevista el día del inicio de la Expedición.-

Alvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada es un joven navarro enamorado de las ideas y los sueños posibles.

Desde 1982, la mar y las travesías en moto acuática han sido su gran pasión.
Pequeño empresario desde que en 1985 fundara TeleSat (compañía pionera en la venta de antenas parabólicas), siempre ha encontrado tiempo para su afición. Diecinueve años practicando y aprendiendo de la mar, le han llevado a convertirse en un reconocido navegante en este tipo de embarcaciones, habiendo establecido seis récords mundiales de navegación.

Su actual reto es viajar desde Europa hasta América. Cruzar el Atlántico en su "pequeño barquito", como le gusta referirse a su embarcación, bautizada "NUMANCIA".

El Atlántico siempre ha sido un reto en la historia de la navegación. De hecho, hay navegantes de otros países que también intentan hacerlo en moto acuática. Todavía no lo ha alcanzado nadie. Si Alvaro lo consigue, supondría el logro de un nuevo récord para la navegación española.

Pues bien, el reto y la aventura están asegurados, porque Alvaro intentará cruzar el Océano Atlántico sobre su pequeña embarcación que se asemeja a un delfín; "Cuando veo delfines, en el día o en la noche con el horizonte como único testigo, siempre me invade una sensación de alegría y paz. Se acercan veloces y me acompañan durante horas..."

¿Como se te ocurrió esta aventura?
- Es algo en lo que pienso desde hace muchos años. Es mi sueño. Una gran ilusión que intento hacer realidad junto a las maravillosas personas que me están ayudando a conseguirlo... Kitin Muñoz, Miguel de la Quadra Salcedo, el Almirante Marcial Sánchez Barcáiztegui, todos mis amigos, el fantástico equipo de apoyo, los patrocinadores que confían y apoyan esta iniciativa, y en general todo el que respeta el esfuerzo que nace de la ilusión.

¿Y en que punto se encuentra el proyecto?
- Estamos preparando todo. Logística general; contratación del barco de apoyo; patrocinios; tripulación; producción de video...

¿Cómo te sientes?
- Es una mezcla de serenidad e inquietud. La serenidad viene de la magnitud del proyecto. La inquietud de saber que va a costar lograrlo y que voy a pasarlo muy mal en muchos momentos. No será fácil resistir en pie tantas horas, tantos días, el frío intenso, con el agua chocándote sin avisar a cada instante, la noche, el rugido del viento amenazador, las constantes caídas, los miedos... Pero la ilusión puede con todo. Ahora tengo que entrenar a fondo para resistir y no fallar.

¿Puedes describirnos cómo será el viaje?
- El recorrido será de 10.000 Millas Náuticas. Emplearé, dependiendo del estado de la mar, unos 60 días. Navego una media de 14 horas diarias. Siempre en pie sobre mi embarcación. Es la única forma de no destrozarte la columna vertebral. Intentaré iniciar la singladura a finales de Octubre, por ser la mejor época del año para cruzar.

Aunque parezca un poco de película, ¿qué piensas hacer con los tiburones que seguro encontrarás en tu camino?
- Llevaré a bordo un dispositivo emisor de ultrasonidos que evita que se acerquen. Es un invento del Doctor Gruber que me está proporcionando el Acuario de Barcelona. Dios quiera que los mantenga lejos, sobre todo por las noches, ya que donde voy a dormir, los voy a tener bastante cerca...

Y es que efectivamente, durante el periodo de navegación entre los dos continentes, dormirá en la propia moto acuática mientras espera al barco de apoyo. (El resto del tiempo de sueño dormirá en el propio barco, que queda a la deriva, mientras los técnicos ajustan su pequeña embarcación). Vivir en esas condiciones extremas es uno de los aspectos más duros de la aventura. Aunque navega lejos del barco, cada cuatro horas se aproximará para el suministro de combustible, agua y alimento.

Para familiarizarse a dormir en esas condiciones y acostumbrar la piel al agua salada, vivirá en la mar durante las cuatro semanas previas al inicio de la travesía, donde será autónomo al disponer de una placa solar que permitirá recargar sus equipos de navegación y comunicaciones.

También deberá entrenar 8 horas diarias durante dos meses y ganar peso para contrarrestar su pérdida en la travesía.

Desde el año 1992, las travesías de Alvaro se hacen en apoyo de la F.A.D. (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción). Un año más se intentará transmitir el espíritu de aventura, deporte y fe en las ideas, en línea con las campañas de prevención del consumo de estupefacientes. Terminada la travesía, se organizan charlas en colegios y universidades.

También, Mensajeros de la Paz, con el Padre Angel al frente van a ser fuente de ilusión, esperanza y fuerza en este reto oceánico.

Por eso, el equipo de organización del Encuentro Atlántico se siente mensajero de la paz y va a recaudar fondos que se destinarán a obras sociales en América.

Esta iniciativa está avalada por el Plan Nacional sobre Drogas Ministerio del Interior

PRIMER DIA DE NAVEGACIÓN: Sábado, 23.02.2002 Trayecto: ROMA - FIUMICINO

Ayer, Marco Marrocco me organizó un emocionante almuerzo de despedida en el tradicional Circulo Aniene, a las orillas del Tíber. Por la noche, mis queridos amigos Dolores y Giovanni Carenzio organizaron una entrañable cena de despedida en el "Teatro de la Buggia" Tuve el gran honor de que viniera S.A.R. la Infanta Doña Beatriz, hija de Don Alfonso XIII Este sería su último acto público. Su presencia me llenó de ánimo y fuerza. Asistieron también la Infanta Doña Elena y mi hermano Jaime; muy mejorado y en un gesto que agradeceré siempre: vino a despedirme ocho semanas después de sufrir un infarto cerebral. También estaba mi Madre y hermanos, y muchas personas vinculadas a mi Expedición, como los Embajadores de ocho naciones por las que voy a navegar rumbo a América (incluido el encantador Embajador Mekuar del Reino de Marruecos, que ha querido venir aunque las relaciones entre España y Marruecos no pasan ahora por los mejores momentos..) Estuvieron los presidentes de las federaciones italiana y española de motonáutica; el Presidente de la Liga Naval y otras muchas personas que me arroparon en esos momentos previos a la salida. 

Hoy he dormido poco. Me he levantado pronto para preparar mi equipo de navegación. Necesito ropa para el frío que es el principal enemigo que tengo "ahí fuera" Estamos en pleno invierno y en la mar se pasa mucho frío. Sobre todo cuando navegas mojándote todo el tiempo y cayendo al agua.. A las once, he ido con mi familia a la Iglesia de Santa María Sopra Minerva, donde ha oficiado la Santa Misa el jesuita Padre Hoyos; mi antiguo tutor espiritual durante mis cinco años de internado en los Jesuitas de Burgos. Nunca olvidaré sus emotivas palabras que me han llenado de emoción. 
Durante la Misa he recordado la visita que hice con mi Madre y hermanos a Su Santidad el Papa hace pocos meses. Cuando le saludé, mirándole a sus ojos de paz le pedí que rezara por mi Expedición. Nunca olvidaré su santa expresión. Acabada la Misa me he puesto el traje de neopreno y equipo de navegación para encaminarme después al punto de salida: el Scalo de Pinedo; antiguo puerto de la flota de guerra de la Roma Imperial. La Asociación italiana "Mare Vivo" conocedora de mi Expedición y de los objetivos que persigo, ha permitido la utilización de una plataforma flotante que tienen en el río Tíber, para el acto de despedida. "Mare Vivo" es un grupo ecologista que trabaja por el respeto al mar; objetivo que comparto totalmente. De hecho, una de las razones de mi Expedición es concienciar sobre el respeto que debemos a la naturaleza, y estoy dispuesto a denunciar cualquier comportamiento del que sea testigo, y que atente contra la fragilidad del mar. Para eso llevo a bordo una pequeña cámara de vídeo sumergible con la que filmaré entre otras cosas, los vertidos ilegales de crudo que llevan a cabo numerosas embarcaciones en la mar. Tras unos agradables momentos con los medios de comunicación y los representantes diplomáticos se ha producido un momento único. Toda expedición tiene una madrina.. Abrazándome a ella, he propuesto a mi adorada Madre ser la madrina de mi aventura. Su fuerza me acompañará al nuevo Mundo! El vicepresidente del Parlamento italiano, Clemente Mastella, ha recalcado la importancia de que un navegante español a bordo de una embarcación llamada NUMANCIA zarpe desde el antiguo puerto imperial romano, quinientos años después de que un navegante italiano zarpara desde España también con rumbo a América. Un grupo de niños romanos me despide gritando fuerte el nombre de la embarcación: ¡¡NUMANCIA!! Italia me ayuda en mi Expedición, igual que a Colón le ayudó España. 

Decía Goethe que "lo mejor que debemos a la Historia es el entusiasmo que despierta" ¿Sabes por qué llamo NUMANCIA a mi embarcación? Como sabes, la de Numancia fue la historia de una resistencia. El triunfo de las ideas. La misma filosofía que nos anima a todos los que luchamos por un ideal (cualquiera que sea) Hace dos mil años, Roma invadió España. Numancia era una pequeña ciudad celtibérica que no se doblegaba ante los invasores. Los numantinos resistieron durante veinte años al poder de una Roma que para entonces ya dominaba el Mediterráneo y había logrado aniquilar a su rival, Cartago. Pero el gran ejército imperial no podía con los numantinos. Roma decidió entonces sitiar la ciudad de Numancia. El caudillo romano Escipión la encerró en un cerco de hierro que la hizo caer agotada hasta el último extremo. Muchos de sus pobladores prefirieron suicidarse antes que rendirse. Numancia se convirtió pronto en el símbolo de la independencia frente al absorbente poder de Roma, y desde hace veinte siglos, el recuerdo de su gesta no puede borrarse del corazón de los españoles. La lucha heroica de la pequeña Numancia es de un interés universal. Es un ejemplo para los pueblos y los individuos. Los alemanes que luchaban contra Napoleón diecinueve siglos después, encontraron inspiración en el heroísmo de los numantinos. Entre los años 1806 y 1813, se compusieron en alemán nada menos que cinco composiciones poéticas sobre Numancia. El nombre de Numancia será siempre repetido para no olvidarse nunca mientras subsista una cultura europea. Durante toda la Edad Media y siglos posteriores, la leyenda de Numancia corrió de boca en boca por toda Europa. Nadie sabía donde estaba. Ni siquiera si era verdad que Numancia había existido.. El arqueólogo alemán Adolfo Schulten colaboró enormemente a su descubrimiento. Después de varios años de excavaciones financiadas en buena parte por el Emperador Guillermo II de Alemania y mi abuelo Luis, Vizconde de Eza, en 1905 se descubrieron sus ruinas en Soria. Gran parte de ellas se encontraron en el antiguo Señorío de Garrexo, perteneciente a mi Familia desde tiempo inmemorial. Los terrenos fueron entonces cedidos al Estado. De ahí mi gran vinculación a Numancia y a la idea de resistencia; tan importante para la lucha ante la mar y ante la vida... 

Tras unas emocionantes despedidas, por fin he podio zarpar río abajo hacia Fiumicino. Aunque se encuentra un poco descuidado, el río Tíver es impresionante. Ver Roma desde el agua es una gran experiencia. Como si fuera una pequeña población, la gente se ha enterado que hoy zarpa un español desde Roma. Al verme pasar, desde las orillas y los puentes la gente, alegre, me grita palabras de ánimo y buenos deseos. Una vez mas, el carácter positivo italiano me hace sonreir de emoción. Casi no puedo creer lo que estoy viviendo. Tras salvar la Isla Tiberina, he navegado todo el río abajo hasta llegar a Fiumicino tres horas más tarde. Durante todo el trayecto, no he dejado de pensar en las palabras que me dijo el marino: 
"- Esta travesía será un éxito si logras zarpar: significará que lo has intentado" 

No sé lo que va a pasar a partir de mañana. Solo sé, que después de muchos meses de duros preparativos estoy iniciando por fin mi Expedición Atlántica. Doy gracias a Dios y me confío en Él para intentar llegar a tierras americanas. El intento se va a hacer. Seguro. Si lo logro lo celebraré con humildad marinera. Si no es así, me quedará el consuelo de haber intentado hacer realidad un pequeño gran sueño.. Mañana, la "NUMANCIA" y yo pondremos rumbo hacia Nápoles. La aventura ha comenzado y te la contaré como la viva. 

Domingo, 24.02.02 FIUMICINO - NÁPOLES

Hoy se presenta una singladura dura y difícil. 
Después de despedirme del navarro Rodrigo de la Quadra Salcedo (hijo de Miguel) que ha venido desde Madrid enviado por su canal AXN para grabar la salida de la expedición; y decir adiós a los simpatiquísimos miembros del equipo de la TV italiana STREAM (que seguirán nuestra travesía diariamente mediante transmisiones que haremos después de cada jornada de navegación) he zarpado a las doce desde Fiumicino. La salida al mar es complicada al formarse un intenso oleaje en la desembocadura del río Tíber. El catamarán de apoyo, que se llama "HARMONIE" ha embarcado a nuestros amigos de las televisiones italiana y española para grabar la salida. Les devolverá a puerto después de que graben como desaparezco en el horizonte. El catamarán es un barco a vela que me servirá para ayudarme en el tramo trasatlántico: Canarias-Antigua. En el barco (de bandera francesa), ondea una gran bandera de España y otra de mi Navarra natal. También una grande de Italia. Para apoyarme en el tramo Roma-Canarias, he alquilado un barco rápido que se llama "DOLPHIN" Sus armadores; Manuel y Maria Isabel, están muy metidos en mi travesía y me han tratado inmejorablemente bien. Fue una suerte conocerles a través del genial Ramón Aldehuela, amigo de Chus. Ramón a su vez es el artista que ha diseñado y fabricado los dos enormes depósitos de acero inoxidable que van sobre la cubierta del "HARMONIE" y que darán de beber a la "NUMANCIA" entre Canarias y América. En estos momentos, el "DOLPHIN" está esperando a que amaine un temporal que lo mantiene en el puerto de Mahón. Lo tripula Fernando, ese buen capitán y gran amigo. El catamarán navegará desde Roma a Nápoles para separarse después de la Expedición y viajar a Mallorca donde esperará a que lleguemos. Después quiero que continúe a Gibraltar y siga a Canarias. A bordo lleva una moto acuática de reserva, la NUMANCIA-2, para el tramo trasatlántico y muchos recambios. La idea es que viaje hacia Canarias, pero sin alejarse demasiado. Me conviene tenerlo a dos o tres días de navegación desde mi posición, por si falla la NUMANCIA-1 y hay que sustituirla. Sobre todo mientras navego por Túnez y Argelia donde es mas complicado conseguir recambios. Ha sido una pena no haber podido compartir con Fernando y Eva, los emocionantes actos de despedida en Roma. Como te decía están en Menorca esperando poder zarpar. Hubiera sido bonito estar todo el equipo junto. Pero así es la mar. Hay que estar siempre en sus manos y obedientes a sus decisiones. 

Después de gritarme Rodrigo Quadra-Salcedo desde la cubierta del catamarán "Aupa Navarra" y responderle yo "¡AUPA!" he puesto rumbo sur sur-este a la isla de Ponza. El barco regresará a puerto a dejar a los cámaras y luego volverá a hacerse a la mar rumbo a Nápoles. Yo le habré sacado una ventaja de unas sesenta millas. Con este motor de bajo consumo, tengo una autonomía de unas 100 millas. No me preocupa navegar sin barco de apoyo, siempre que haya puertos a lo largo del litoral donde pueda repostar por mi cuenta. Llamo por radio a la tripulación del barco y me despido de ellos hasta Nápoles. Ahora, por fin ya estoy solo frente al horizonte azul. ¡La travesía ha comenzado de verdad! Las primeras veinte millas son una maravilla. Aunque hace bastante frío, la mar está en calma y luce el sol. Navego en pie sobre el agua limpia de una mar color verde. La "NUMANCIA" navega muy bien. Voy a rumbo, separado media milla de la costa. La navegación no es difícil consultando mi fiable GPS con plotter, que tengo instalado en la parte anterior del asiento (como nunca uso el asiento, puedo incorporar equipos en él) Solo tengo que bajar la mirada y puedo ver bien la pantalla. Estoy contento aunque un poco débil físicamente, debido a toda la agitación de los últimos días. El entrenamiento que me impuse antes de zarpar fue muy duro. Fueron cuarenta días en Formentera viviendo en la mar a bordo de una balsa de salvamento. Cada día, me despertaba a las seis de la mañana. Nadaba dos horas, luego corría por la playa otra hora. Desayunaba fuerte y después salía a navegar ocho horas. Una rutina que me dio un buen fondo físico para resistir. El problema fue el obligado retraso del inicio de la Expedición. Esos meses de menor actividad no beneficiaron en nada mi forma física. Mientras navego, no paro de pensar en todo lo que he vivido y luchado estos años, y especialmente en los últimos meses, para poder estar ahora aquí: zarpando de Roma y con la intención de llegar ..¡a Nueva York!.. 

Estoy metido en mis pensamientos y disfrutando de la navegación sobre una mar en calma que me permite un crucero de 40 nudos, cuando de repente, cambia súbitamente el viento. Con la isla de Ponza en la proa, y de una manera casi instantánea como es usual en el Mediterráneo, se empieza a meter un norte que arbola la mar en pocos minutos. He viajado 28 millas y quedaban 102 a Nápoles. En pocos minutos, la mar empieza a mostrar su cara menos amable.. Estoy metido de lleno en una tormenta. Embate tras embate, empiezo a caerme. El agua está gélida. Intento evitar caerme demasiadas veces y voy cogiendo el ritmo de la lucha. Mi velocidad de crucero ha descendido drásticamente a 10 nudos.. En un momento dado, por un despiste al controlar el rumbo en el GPS, un gran golpe de mar me hace caer violentamente volcando mi pequeña "NUMANCIA" que queda boca abajo embarcando una gran cantidad de agua que la deja semihundida.. Me encuentro totalmente solo, muy lejos de costa y sin posibilidad de utilizar la radio. El viento ruge y la situación se pone fea. Me pongo nervioso y pienso seriamente que todo se puede estar acabando y viniéndose abajo en este momento. Todas mis ilusiones. Tantas personas que han apostado por mi Expedición. Me imagino compadecido por las personas que me despidieron en Roma.. Me viene al pensamiento el enorme esfuerzo económico que he tenido que asumir. Un porcentaje de los costes de la Expedición está financiado por mis patrocinadores (muchos de ellos supeditando el pago al éxito) El resto (casi el 50%) me lo autofinancio yo mismo, con los ahorros que pacientemente he ido reservando para mis travesías a lo largo de veinte años de trabajo: cuatro empresas fundadas. Muchos quebraderos de cabeza; horas de oficina; desasosiego y lucha. Ahora estoy en una situación difícil.. La mar se arbola más y más y aunque lo intento desesperadamente, no logro embarcarme en mi barquito semihundido. Con tanta agua dentro, pesa mucho y cada vez que intento subirme se voltea. Pronto me agoto físicamente por el esfuerzo de tratar de evitar que vuelva a girarse y hundirse mas aún.. Me sereno. Espero. Rezo. Intento recuperar las fuerzas mientras pienso en mi adorado Padre. Y rezo a San Francisco Javier; ese ancestro al que nos encomendamos siempre en casa, con la devoción que me supieron transmitir mis mayores. Al final, la previsión y los sistemas de seguridad que diseñamos antes de zarpar, me han salvado. Una de las modificaciones que pensamos Chus y yo, fue instalar una bomba independiente de achique de alta capacidad. Ese mecanismo me ha salvado probablemente la vida hoy. He accionando la bomba intermitentemente, dejándola descansar para no quedarme sin fuerza en la batería. El agua ha salido a borbotones y la "NUMANCIA" ha ido ganado flotabilidad recuperando su francobordo normal, hasta que, aterido de frío, he podido embarcarme lo más rápido posible. La mar ha seguido creciendo y he navegado muy concentrado hasta que el Sol ha desaparecido por la aleta de estribor. Aún quedan cuarenta millas hasta llegar al puerto de Nápoles. Cuando llega la noche, la temperatura baja drásticamente. La mar me viene por estribor y se enfurece cada vez más. Sin luz, no puedo prever los impactos de las olas. Tengo que intuirlas cuando las oigo llegar como sombras fantasmales. Asustado, siento su amenaza salvaje. Por unos momentos, pienso en navegar hacia la costa y no arriesgar. Sin embargo, intentar ganar costa es también peligroso porque no hay refugio seguro. He buscado en el mapa electrónico que se ilumina en mi sistema de navegación, pero no veo ningún puerto cercano. La costa se encuentra a dos millas de mi posición, pero las olas cortan ya a mi altura haciendo la mar blanca. En el horizonte de babor luces lejanas de pequeñas poblaciones. Lejos en mi proa, el faro de la isla Ischia parpadea débilmente. Se encuentra a gran distancia. Parece casi inalcanzable. Sin embargo, me anima la idea de saber que al doblar el cabo me encontraré la bahía de Nápoles... Tengo que resistir y llegar. Después de varias horas de navegación nocturna, en las que parecía que el faro se alejaba cada vez más, he logrado arribar a la bahía de Nápoles a salvo. Estoy tiritando de frío y miedo. Son las doce y media de la noche. Este ha sido un aviso de la mar. Me está diciendo lo que me espera. El viaje va a ser durísimo. Solo llevo 140 millas y ya he estado a punto de morir. Me quedan 10.000 millas. Después de veinte años pensando en cruzar el Atlántico, merece la pena intentarlo; creo que puedo conseguirlo. Pero tengo que tener la cabeza muy fría. Aquí no hay lugar para errores. En la mar se pagan carísimos.. 

Lunes, 25.02.02 NÁPOLES

Estoy atracado en el Club Canotiere Savoia. Su Presidente, el Doctor Giuseppe Dalla Vecchia me ha brindado todo tipo de facilidades. Son encantadores y me hacen sentirme en casa. Todo son atenciones y ayuda en lo que se necesite. Hoy hemos pasado todo el día reparando el catamarán que ha llegado al amanecer; unas nueve horas después que arribara yo. La misma tormenta que aguanté, la sufrieron en el catamarán. Me dicen que toda la dotación ha vomitado como campeones durante la travesía. Empezar así es bueno. Así nos vamos preparando para la tralla desde el primer día.. Ha sido importante salir desde Roma. Como te contaba, esto me va a permitir tener tres mil millas de entrenamiento ¡muy duro..! Cuando llegue a Canarias, todo va a funcionar muy bien. Voy a tener una total confianza en los equipos, en la tripulación y en mí mismo. En consecuencia, las posibilidades de éxito van a aumentar mucho. 

El barco de apoyo rápido ha podido zarpar por fin esta mañana desde Menorca. Johan, que es nuestro técnico del equipo, está transmitiendo las imágenes de TV ya editadas, mediante un complejo y moderno sistema de transmisión vía satélite Hispasat, que llevamos en el barco de apoyo y que aprendió a utilizar en dos días en Madrid. Normalmente hay que hacer un curso de un mes para aprender a manejarlo, pero el sueco ha aprendido rápido. María trabaja sin descanso en producir y transmitir los contenidos de Internet. Es una mujer increíble. También es de Suecia y tiene un sentido de la responsabilidad y una capacidad de trabajo inigualables. Bernard, el capitán del catamarán, pone en orden su embarcación. El francés parece muy ilusionado con nuestra difícil aventura. Chus se ha empeñado en revisar la moto de agua. Yo le he dicho que está bien, pero él la quiere ver. Chus es mi hermano de aventuras. Todo lo sabe arreglar; desde nuestras almas dándonos a todos su ánimo y energía, hasta un "walkie-talkie" pasando por la "NUMANCIA" que es también su ojito derecho. En mi equipo de apoyo, falta una persona fantástica a la que pedí que viniera, pero al final no pudo. Seguro que todo hubiera sido mucho más fácil con su ayuda.. Esta es la carta que me envió.- 
Querido Álvaro: Te agradezco muchísimo que hayas pensado en mi para colaborar en esta grandiosa AVENTURA ATLÁNTICA. Me he tomado la pasada semana y todo este fin de semana para pensarlo detenidamente y hacer cálculos sobre lo que hablamos en tu oficina. Me tienta muchísimo la propuesta que me hiciste. Sé que me metería tan de lleno -por mi forma de ser- en la aventura, que lo daría todo (en tiempo y energías). Es una experiencia única e irrepetible. Siendo muy realista y en las condiciones actuales (trabajando y estudiando) no me es posible embarcarme en un proyecto de semejante envergadura. Te deseo todo el éxito profesional que te mereces después de nueve años currándote esta aventura que será un hito histórico de gran resonancia nacional e internacional. Mi enhorabuena por adelantado y gracias nuevamente por pensar en mi. En otras circunstancias hubiera sido un sueño poder colaborar en este maravilloso proyecto. Espero verte pronto. Un abrazo enorme y mucha suerte, Borja Diez de Rivera. 

Martes, 26.02.02 NÁPOLES

Sigo en Nápoles. El barco rápido se ha tenido que refugiar en el sur de Cerdeña. El capitán, Fernando, está desesperado porque no puede llegar a tiempo. Hay mala mar y le digo por teléfono que no arriesgue. Zarpa hoy a las seis de la tarde. Son 250 millas. Llegará hacia las nueve de la mañana. 

Johan ha estado intentando transmitir todo el día pero había un problema en el sistema y no lo lograba. Por fin lo ha conseguido a las 22:00 horas. 

Muchas personas están bien informadas por los medios de comunicación, de lo que me sucede. Se enteran a través de la prensa deportiva y los programas de radio que me llaman por teléfono y me preguntan como va mi Expedición. Muchos lectores y oyentes entusiastas me envían correos electrónicos de apoyo y ánimo que me dan una fuerza y un "buen rollo" impresionante. Hoy he recibido uno que me ha gustado especialmente, y que agradezco en el alma: 

Querido Álvaro, Hace unos días conocí gracias a una entrevista que te hizo José Ramón de la Morena en El Larguero, esta preciosa aventura que vas a emprender. Desde un principio me quede maravillado, me pareció algo fantástico. Lo que vas a hacer es un autentico reto, ¡una pasada! Tan solo quiero darte mucho ánimo, para que hasta que salgas desde Roma no pierdas ni un ápice de las ganas por hacerlo, que nada sea obstáculo. Que nada te detenga para poder ver las estrellas en medio del inmenso Atlántico. Para sentir la libertad, para poder enseñarnos que con ilusión no hay distancias, no hay océanos. Ten por seguro que cuando estés en el mar y no veas a nadie a tu alrededor, no iras solo, muchos te estaremos acompañando. Solo quería decirte esto. Mucha suerte Álvaro, y a por ello! Alberto Pérez Salinas (Pozuelo de Alarcón, Madrid) 

A todo esto, Chus ha encontrado un fallo en la instalación de la radio de mi embarcación y lo ha corregido a tiempo. De no haberlo visto, habría podido causar un problema muy grave en el funcionamiento de la "NUMANCIA" Gracias Chus! 

Mañana repostaremos y zarparemos rumbo a Capri y luego Sicilia. La expedición continúa.. 

Miércoles,27.02.02 NÁPOLES - PALERMO

La embarcación "DOLPHINS" ha arribado finalmente a puerto. Hemos estado todo el día pasando equipo del catamarán al barco rápido. Se han repostado las tres embarcaciones y estamos listos para zarpar. El problema es que son ya las cuatro y media de la tarde y necesitamos unas doce horas para hacer Nápoles - Palermo. Es una travesía a mar abierto de 182 Millas Náuticas.. Finalmente, he tomado la decisión de zarpar aunque esto suponga navegar toda la noche. Es duro por el frío intenso de estos días, pero hay Luna llena lo cual es una gran ayuda a la navegación. A las 20:00 horas zarpo rumbo a Sicilia. En el momento de zarpar, frente a mí, la Luna emerge al lado del volcán Vesubio. Es un espectáculo impresionante que quedará en mi memoria para siempre. Hace frío y hay mar. A estribor el volcán y la Luna que va alzándose majestuosa. A estribor la imponente fortaleza borbónica. El barco me llama por radio; tienen interferencias de la base de la OTAN que anulan sus sistemas de navegación. Les contesto que me sigan. Mi GPS funciona correctamente. Hacia las once avisto Capri. Hay mucho viento y un maretón que me impiden recalar. Me espera toda la noche por delante... 

Jueves, 28.02.02 NAPOLES - PALERMO

Tras diecisiete horas de navegación (la mayor parte nocturna) he llegado, agotado, a Palermo. Zarpé ayer a las ocho de la tarde y he entrado en el Puerto de Palermo hoy a la una. La travesía ha sido durísima. Con la mar de proa todo el trayecto, fuerte viento y mucho frío. Gracias a Dios la Luna estaba vigilante y su luz hacía algo más llevadera la noche. El capitán del barco de apoyo no había dormido la noche anterior pero insistía que se encontraba en condiciones de navegar. Fernando es un bravo marinero y siento una gran confianza hacia él. Tres difíciles operaciones de repostaje en alta mar debido al fuerte oleaje, fueron los únicos momentos de descanso en la travesía. Son diez minutos donde tras llenar de combustible mi embarcación, puedo beber y comer algo que me permita mantener las fuerzas y así quedarme en pie hora tras hora.. Esta ha sido una noche muy larga donde he rezado mucho... Un miembro de la tripulación del barco de apoyo que nunca había participado en mis expediciones anteriores me comenta: "ahora entiendo el sentido que tiene para ti la navegación a bordo de tu barquito y la dificultad de estas expediciones.. Es admirable verte navegar ahí solo y a la intemperie.." 

Viernes, 1.03.02 PALERMO - TRAPANI

Ayer cené con los miembros del club Canotieri Palermo. Tienen cinco medallas olímpicas entre sus miembros. Me entregaron una metopa y un banderín de recuerdo. Yo les he dado la bandera de España y la de nuestra expedición. Muchos hablan orgullosos sobre su origen español. Comentan cariñosamente sobre sus apellidos castellanos; navarros; catalanes; vascos; aragoneses.. Hablan de la España de hace siglos. Nápoles, Sicilia.., Tierras donde nuestra vieja Nación se dejó un alma que se hace bien visible aquí. El objetivo hoy era navegar las 55 millas que separan Palermo de Trapani para luego intentar cruzar a Túnez. 

Zarpo a las 14:00 tras revisar todos los equipos y ultimar algún aspecto logístico. Ayer me enfadé un poco porque había desorden en el barco de apoyo y faltaban cosas. Todo el mundo se ha puesto la pila y esta mañana todo estaba muy organizado. Estoy muy contento con el grupo. Están trabajando muy duro y tienen tanta ilusión como yo. La moral está intacta aunque estamos empezando a ver la realidad en toda su crudeza.. 

Hoy la mar está también mal. Sopla un fuerte siroco del sureste que hace que la navegación sea extremadamente difícil. He llegado a Trápani a las siete. La costa de Sicilia es maravillosa. Grandes acantilados de roca clara, se mezclan con el verde intenso de los escarpados prados. Recuerda mucho a Formentor en Mallorca. Cuando me acerco a costa puedo navegar contra el viento a gran velocidad. Alcanzo los 60 nudos. Me sobrecoge el grito imponente del viento. Eolo se hace notar soplando con fuerza siete. El barco se ha quedado muy rezagado y arribará dos horas mas tarde. Al llegar a puerto, miembros de la Lega Navale Italiana me acogen con todo cariño y me muestran el parte meteorológico desaconsejándome cruzar a Túnez. Hay aviso de temporal y está soplando con fuerza siete arreciando. Les agradezco mucho su interés y les confirmo que les voy a hacer caso. Mejor esperar a intentar cruzar mañana. Son 130 millas a mar abierto y hay que tratar de no asumir riesgos innecesarios. La armada tunecina me ha llamado varias veces a lo largo del día. Quieren esperarme en aguas territoriales de Túnez. Tengo una gran ilusión por llegar a África pronto. Un mundo distinto espera. 

Sábado, 2.03.02 TRAPANI - SIDI BOU SAID (TÚNEZ)

He zarpado de Trapani a las ocho y media de la mañana. El Siroco sigue soplando fuerte. Me esperan 130 difíciles millas de travesía. La intensa luz del Sol invernal empieza a presidirlo todo, aunque su calor no me llega apenas... El agua está helada y la temperatura es muy baja. Sicilia, la dulce Italia, y la vieja Europa, se van quedando en la popa. En el horizonte vacío de tierra, siete horas mas tarde aparecerán majestuosas las costas africanas. El sistema de navegación instalado a bordo de la pequeña "NUMANCIA" me va indicando el rumbo con precisión aunque tengo que tomar como referencia constante la posición del Sol con respecto a mi rumbo, ya que el constante y fuerte movimiento no me permite mirar permanentemente el GPS. Por eso, la orientación es más fácil por la noche con la leal ayuda de las estrellas, al ser referencias mas fáciles. En el canal, la mar está enfurecida. Por fortuna me viene por la amura de babor lo que hace la navegación más llevadera. Tengo que estar muy concentrado porque una mala caída en esta mar puede ser el fin. Hay que pensar que siempre estoy solo, a la intemperie y sin refugio posible. De las 30 expediciones que he realizado en estos 22 últimos años, solo he tenido barco de apoyo en tres, y aún así navego casi siempre muy adelantado; perdiéndole de vista y sabiendo que en caso de necesidad no puede rescatarme. Por no poder, no puede ni acercarse siquiera a mí, igual que yo no puedo aproximarme a él. Imagínate acercarte a un barco zarandeado por las grandes olas en alta mar. Es imposible. Del primer golpe te descalabra.. Por eso, estamos hablando de una navegación muy en el límite. He oído, divertido, algún comentario que llevo todo tipo de apoyos, helicópteros y sistemas de seguimiento... La verdad es que no. Navego en riguroso solitario. Me sigue un barco con alimentos y combustible, pero yo estoy en la mar solo. Grita el viento sin cesar y el miedo intenta invadirme, pero me defiendo pensando en todas las razones que me impulsan. Porque hay motivos que me llevan a asumir el alto riesgo que supone navegar en solitario a bordo de una embarcación de 2.5 metros de eslora. Especialmente la promoción de la vida sana contra la droga. Para mí es importante promocionar la vida sana y el deporte contra las drogas. Llevo 20 años haciéndolo. Siempre, al poco tiempo de concluir mis arriesgadas travesías, voy a contárselas a los jóvenes. Visito colegios, institutos, ikastolas y universidades. Me encanta hablarles sobre mis expediciones y de lo mucho que compensa la lucha desde el esfuerzo, para conseguir metas limpias. Y lo estéril que es la droga.. Representa la anulación de uno mismo; la renuncia a la vida, la renuncia a la lucha y al esfuerzo. La renuncia a "NUMANCIA" La renuncia a la alegría y a esa poderosa ilusión de la que hablábamos al principio.. 

Yo tuve la enorme suerte de tener unos padres que me regalaron su vida, su tiempo y una educación que aunque muy rigurosa, me sirvió entre otras cosas para poder elegir, y decidir siempre por mí mismo. Por eso, sin imposición alguna, decidí siempre rechazar las drogas. Renuncié incluso a probarlas. Sin embargo las conocí, viendo la cara más terrible de la droga en la intoxicación de mi mejor amigo del colegio. Tenía 15 años. Más tarde la vi en la Universidad. En la vida social. En muchos; demasiados sitios. Consumida por muchas; demasiadas personas. Desde el principio me dediqué a intentar convencer a mis compañeros de la tristeza que aportaba la droga. Frecuentemente me enfrentaba a esa muy reducida elite que se cree capaz de dominar sus efectos dañinos. Incluso beneficiarse de lo efímero que pueda aportar en un momento determinado. Son los que abogan por ella. Siempre les decía y digo, que en mi opinión se debe pensar en la inmensa mayoría de los consumidores, que caen prisioneros de su efecto destructor. No puedo expresar con palabras la gran fuerza que obtengo de esas charlas a los jóvenes. Aunque solo fuera por un solo niño al que lograra convencer contra las drogas, ya me compensaría con creces todo el miedo que paso en cualquiera de mis travesías marítimas que realizo desde 1982 Pero volvamos a la navegación.. En el barco de apoyo lo están pasando mal. Hay muchísima mar. Los constantes pantocazos hacen que la tripulación se maree y no pueda recuperar el sueño que merecen. A mitad de travesía un fuerte golpe de mar provoca una avería en parte del sistema eléctrico del barco "Dolphins" La radio y los sistemas de navegación quedan inservibles. Me hacen señales y me acerco a la embarcación nodriza. El capitán me comunica lo sucedido y le pido que siga mi derrota. Mi GPS funciona bien y puede fiarse de mi rumbo. Aparte, le dejo un pequeño GPS de emergencia que llevo siempre conmigo cuando navego. Es un GARMIN sumergible muy fiable que me ha dado rumbos fiables en navegaciones por las Baleares durante años. Así logramos continuar hasta avistar tierra africana. Es el Cabo Bon en la lejanía de babor y la maravillosa isla de Zembra en la proa. África me empieza a abrazar.. Rumbo 235° directos a Sidi Bou Said. Aunque mi consumo es bajísimo, tras seis horas navegando sin parar me voy quedando sin combustible. Espero al barco que navega en la lejanía detrás de mí con la bandera Navarra ondeando muy tensamente a causa del vendaval. Tras los siete minutos de repostaje y comer algo, indico al capitán que ice la bandera de respeto tunecina que queda al lado de nuestra española y europea. Entrando en la bahía, la mar calma. En la lejanía, un barco pesquero tunecino. Me acerco y sus amables tripulantes me indican que quedan 35 millas. Cuando me ven y les cuento que vengo desde Roma; alucinan. Me desean mucha suerte con un fuerte apretón de manos. A las seis de la tarde entro en puerto tras nueve horas en pie sobre la "NUMANCIA" que está haciendo honor a su nombre. El recibimiento es emocionante. Unos buenos zumos de naranja me quitan la sal de la boca.. Representantes del ministerio de deportes de Túnez nos acogen con calor. Entre abrazos, intercambiamos las banderas de Túnez y España. Que necesaria es la calidez tras la dureza de la mar.. También un representante de nuestra Embajada nos saluda y se ofrece amablemente a cualquier asistencia, en nombre del embajador de nuestra Patria. Túnez aparece mágica. Su dignísimo y encantador representante diplomático en España lo ha preparado todo. Me ha ayudado muchísimo. Es una persona maravillosa que ha entendido el sentido del esfuerzo y que forma parte de mi Expedición desde que lo conocí en la embajada tunecina de Madrid hace cuatro meses. Para mí, representa un alto honor pasar por Túnez y poder mostrar la belleza de sus costas a través de nuestras transmisiones diarias para cadena de TV italiana STREAM. Mañana será jornada de reparaciones. Es Domingo y probablemente tengamos que esperar al Lunes para revisar el sistema eléctrico del "Dolphins" 

Domingo, 3.03.02 TUNEZ (ISLA DE JERBA)

Efectivamente, todo está cerrado y no podemos reparar. El embajador de Túnez en España me llama constantemente a través de nuestros teléfonos vía satélite IRIDIUM. Pregunta que tal va todo y organiza una visita dominical a la maravillosa Isla de Jerba. Filmamos los horizontes y las miradas llenas de paz de las personas que pueblan estas tierras donde viven unos olivos milenarios que, según la tradición, nunca mueren. También visitamos la Sinagoga más antigua del mundo. Y vinculamos la religión que se practica ahí con la de las mezquitas que también hemos visitado en Túnez y con la de las iglesias en las que estuvimos en Roma. Las tres religiones unidas en la paz y tolerancia que quiero proclamar a lo largo de las 10.000 Millas de Expedición. Este es un lugar especial que vamos a mostrar a través de esa joya de la técnica que llevamos a bordo de nuestro barco de apoyo. Es el sistema que ha puesto a nuestra disposición la compañía española TSA (Telefónica SERVICIOS AUDIOVISUALES) y que permite transmitir nuestros videos resumen del día desde cualquier puerto de atraque, vía satélite Hispasat. Tanto TSA como Hispasat han apostado por nuestro sueño. Así, nuestra expedición se ha convertido también en un reto tecnológico donde dos empresas españolas están permitiendo que nuestro programa de TV llegue puntualmente a los telespectadores italianos. Cada día, cuando empieza el programa en Italia, el presentador comenta que las imágenes de mi Expedición se van a ver gracias al satélite español Hispasat. 

Lunes, 4.03.02 TUNEZ (VISITA OASIS)

Hoy he dividido mi equipo de apoyo en dos grupos; María, Johan y Chus han ido al puerto. Chus quiere intentar reparar el sistema eléctrico del barco y María con Johan van a editar el material de video grabado en las últimas horas para enviarlo a Italia y Antena3Internacional. Eva, Fernando y yo, acompañados por Moez, un guía simpatiquísimo que nos ha organizado mi amigo el Embajador de Túnez en Madrid, vamos a viajar al desierto para grabar unos manantiales que dan origen a los oasis de Tamerza y Chebika. Viajamos a Tozeur pasando por las impresionantes llanuras de los lagos de sal de Jerid y Fejej. Contrastando con la inmensidad aparentemente muerta y vacía del desierto, los impresionantes palmerales nos impresionan a todos. Dicen que estas palmeras producen los famosos dátiles de luz, "Deglet Ennour", que permiten que la luz los atraviese. Los pobladores del oasis nos explican el origen del agua; las precauciones que se deben tomar ante los alacranes; su vida en el desierto.. Sus miradas y sonrisa, limpias, nos cautivan y llenan de la paz que solo se siente en esta inmensidad. Antes de marcharme les dejo escrito en su libro de visitas: "Frente al desierto, puedo percibir la fuerza del Creador, que se hace sentimiento a través de las personas que pobláis esta inmensidad" 

En nuestros uniformes, el escudo de Navarra es reconocido por un amable paseante. Estudió filología española y nos recita el Quijote en castellano antiguo.. Su sueño es poder visitar España algún día.. Un grupo de mujeres luciendo su vestido con la banda violeta (correspondiente a las solteras), pasea con gracia. Un hombre viejo protegido del sol con el turbante "Chesh", transporta su preciosa carga de alfalfa a lomos de su fiel platero. Los pollinos, siempre leales, siguen ayudando aquí a los humanos en las tareas más ingratas. Un pequeño camello blanco se acerca a su orgullosa madre para amamantarse. La vida transcurre con armoniosa naturalidad y sencillez. Mientras tanto, siento la similitud entre la mar y el desierto.. Los mismos horizontes, olas, sed, tormentas, armonía, dureza, vida, paz, miedo, solidaridad entre sus navegantes.. Sobrecoge verlo. ¡Es igual! Mis manos se encuentran muy débiles. Entre los incontables golpes y el frío que he pasado navegando, las uñas se me han contusionado y dos amenazan con caerse. Los labios empiezan a abrirse por causa de las bajísimas temperaturas; el sol y las muchas horas de agua a gran presión contra mi piel. Mañana si Dios quiere continuamos el viaje. El gran desierto de agua espera, imponente; mágico; amenazador.. Tras recorrer toda la costa norte de Túnez, pondré rumbo a la enigmática Argelia.. 

Martes 05.03.2002 TUNEZ (CARTAGO)

Tras visitar Cartago hemos repostado el barco de apoyo. La tarea no ha sido fácil porque había problemas con el funcionamiento del surtidor, y aunque al fin se han solucionado, hemos perdido mucho tiempo en el puerto. He recibido la bandera tunecina del representante del ministerio de turismo de Túnez y a cambio le entrego la española en un sencillo pero emocionante momento. Se han escuchado palabras de concordia; unión entre los distintos pueblos; tolerancia entre las distintas culturas y religiones.. La gente aquí está muy afectada por los terribles sucesos de Palestina de anoche. Nuestro mensaje de paz y tolerancia, cobra un sentido renovado hoy.. Cuando estaba listo para zarpar, se ha levantado un fuerte viento del noroeste; circunstancia que desaconseja iniciar la navegación. El capitán del puerto me indica la previsión meteorológica para las próximas horas y recomienda esperar un poco. Hay aviso de temporal y tras consultar la opinión de Fernando decido que es más prudente esperar a la madrugada para zarpar. Mañana intentaré llegar a Annaba en Argelia. Si Dios lo permite. 

Miércoles, 6.03.02 Sidi bou Said (Túnez) - Annaba (Argelia)

Hoy he vivido una jornada emocionante. He podido ver y sentir cosas verdaderamente especiales.. Muy temprano, he zarpado de Sidi bou Said en Túnez con rumbo a la ciudad de Bizerta. Quiero intentar llegar hasta Annaba en Argelia. Debido a la pérdida de días de navegación efectiva, intentaremos hacer dos etapas en una. La mar me viene de proa con lo que navego en zigzag haciendo bordos para intentar tener la mar por las amuras y conseguir una navegación rápida. Puedo doblar la velocidad del barco de seguimiento, lo que me permite acercarme mucho a tierra y observar cada detalle del litoral. Luce el Sol. La costa, por babor, se hace imponente. Es preciosa. No puedo dejar de pensar en su pasado relacionado también con España cuando en 1535 Carlos I vino aquí desde Barcelona al frente de 420 embarcaciones y 30.000 soldados en busca del pirata Barbarroja. Como consecuencia, la toma de Túnez. Estos relatos históricos tantas veces leídos en mi juventud, se me hacen casi realidad a través de la imaginación cuando navego en solitario.. Imbuido en estos escenarios reales, puedo casi ver esas flotas en la lejanía, oír los gritos de sus marinos, sentir el temor previo a la batalla ante el filibustero, el miedo a la guerra.. Muy cerca de la playa, los restos de unos inmensos barcos semihundidos en la segunda guerra mundial despiertan mi desbocada imaginación. Corresponden a otras guerras. Más recientes esta vez.. Sobrecoge acercarse a estos monstruos muertos en la mar. Aunque corroídos por la sal y el tiempo, aparecen todavía amenazadores.. Prosigo y me acerco a unos pescadores. Siempre hablo con los caminantes de la mar. Son los que me dicen lo que me espera. Me avisan de los peligros que se pueden evitar, me dicen donde están los arrecifes, las peligrosas redes a la deriva, las corrientes traidoras.. Hablamos de las recientes conversaciones bilaterales entre Túnez y España encaminadas a la creación de sociedades pesqueras mixtas, posibilidad que apoyan decididamente. ¿De donde vienes?, me preguntan. De Roma.., respondo.. Sus miradas en principio incrédulas se tornan en desbordada ilusión cuando les digo a donde voy. ¡A América..! La gente de la mar entiende tan bien todas las razones de mis travesías.. >Maha Essalama< (que la paz te acompañe) Gestos y gritos de ánimo me despiden con el regalo de la buena energía que atesoran las gentes que tienen la suerte de poder ver el horizonte todos los días. Arribo a Bizerta tras varias horas en pie sobre la mar. El Alcalde y autoridades me reciben en el puerto con un ramo de flores y unos recuerdos de nuestro paso por la Ciudad, con todo el calor que irradian los tunecinos.. Intercambiamos las banderas de Túnez y España una vez más y se vuelven a escuchar palabras de tolerancia y paz. Antes de zarpar de nuevo rumbo a Argelia, telefoneo al embajador de Túnez para agradecerle su colaboración. Amablemente me confirma su ilusión por haber elegido Túnez como litoral de paso de mi Expedición Trasatlántica Roma-Nueva York. Nos comprometemos a vernos en América si Dios quiere que lleguemos. A continuación llamo al embajador de Argelia en Madrid para anunciarle mi llegada a aguas territoriales argelinas en unas horas. Atentísimo me confirma que me espera una fragata de la Armada de Argelia para darme escolta. En esta Expedición, como en otras travesías internacionales que he llevado a cabo desde 1986, es muy importante la colaboración de los países que se visitan. Por eso siempre informo a los embajadores en Madrid, varios meses antes de zarpar. Hace tres meses fui a todas las embajadas de los países que voy a tocar para informarles y recabar su ayuda, siempre que lo estimaran interesante. En los últimos dieciséis años, siempre he contado con el apoyo diplomático incondicional de todos los países por los que he navegado, lo cual me ha animado muchísimo en mis travesías marítimas. 

Tras las despedidas todos hemos notado que dejábamos una pequeña parte de nuestro corazón en Túnez. Zarpo rumbo a Annaba. Al salir del puerto, una patrullera tunecina me da escolta. Navegando en formación, siento el respeto que nos tenemos los navegantes de la mar de cualquier condición, en toda circunstancia e independientemente del tipo de embarcación en la que estemos enfrentándonos a la mar. Finalmente, nos despedimos con gestos de afecto y acelero hacia el horizonte. Tras dos horas de navegación, observo tres aviones de guerra que se dirigen en picado hacia la costa. Son unos Mirage de la fuerza aérea tunecina en ejercicios de tiro aire / tierra. Atraído por el impresionante vuelo de los cazas, me dirijo a la zona. Por razones de seguridad, me quedo a media milla del polígono de tiro. El espectáculo me deja boquiabierto. Durante veinte minutos, hacen sus ejercicios con fuego real. Los impactos siempre en el mismo objetivo, se hacen estremecedores. La belleza del vuelo me emociona y transporta a mi vocación frustrada ¿recuerdas? Soñaba con hacerme piloto de combate. Es lo que quería para mi vida y profesión, pero un accidente de circulación que me dejó una secuela en la movilidad de mi mano izquierda, frustraron mi sueño de volar. Estos pensamientos me extasiaban hasta que los tres aparatos finalizaron el ejercicio y se alejaron de la zona en alabeo de saludo. El barco había desaparecido en el horizonte y zarpé para alcanzarle y repostar combustible. La noche empieza a caer y la mar comienza a despertarse. La temperatura baja rápidamente y quedan unas cinco horas de navegación nocturna hasta Annaba. La noche se cierra enseguida y las estrellas dominan enseguida el firmamento por completo. Estos días no hay Luna, por eso la noche sobrecoge aún más si cabe. La oscuridad es absoluta y navegar se hace muy difícil al no poder prever y recibir las olas. Solo se pueden intuir. Los golpes llegan constantes a traición. Varias horas mas tarde puedo avistar en la lejanía unos destellos misteriosos. Al rato llego y me doy cuenta que es la fragata de la armada argelina >El Azoum< que espera en el principio de sus aguas territoriales para darme escolta hasta Annaba. En la gélida noche cerrada, la dotación, muy abrigada, sale al puente y gritan contentos palabras de ánimo y bienvenida a Argelia. Me acerco y quedo a estribor de la gran embarcación gris. La proa del buque de cuarenta metros corta la mar con fuerza creando una estela que se confunde con el agua que proyecta mi pequeña embarcación. Siempre en pie, sorteando los embates, pienso que las estelas que crean las dos embarcaciones se juntan en un abrazo de mar. El abrazo de la tolerancia, del respeto al ajeno y a los sueños. El abrazo que ha hecho posible que esos marinos de guerra estén ahí, animando a un navegante español que viene de Roma y se dirige a las américas a bordo de un barquito muy pequeño pero con una ilusión grande, la que viene de su nombre: "NUMANCIA" A las once arribo a puerto. El recibimiento es calurosísimo. Un gran ramo de flores y palabras de tolerancia y unión que vienen de la mar. Estoy un poco cansado pero con la moral reforzada por tantas emociones vividas en los últimos días. Mañana continúa mi expedición atlántica, Inchallah.. 

Jueves, 7.03.02 Annaba (Argelia)

Amanezco en Annaba. Las autoridades de la ciudad han preparado un apretado programa de visitas. Empezamos por la Basílica de San Agustín, ese Santo argelino nacido en Taghast en el siglo cuarto y que vivió aquí durante cuarenta años. Fundamental para la Cristiandad, su reliquia se puede ver en el altar mayor de la Iglesia. Esta visita tiene mucho sentido para mí porque si Dios quiere llegaré a Florida y recalaré en San Agustín, antigua ciudad española donde se encuentra la casa más antigua de los EE.UU. El almirante Pedro Menéndez de Avilés fundó la ciudad el día de San Agustín de 1565. Si llego, a América, prometo homenajear a este Santo y la nación argelina hermanando la Ciudad de Annaba y Argelia con San Agustín, Florida y EE.UU. He visitado las ruinas romanas de Hippo Regius donde he podido admirar los mosaicos y restos de un Imperio.. Tras una visita a la ciudad y al precioso centro de artesanía donde me han regalado una pipa con la inscripción Atlantik2002 (nombre de mi Expedición) me han llevado a almorzar con el Señor Melizi Tahar, Gobernador de la Wilaya (provincia) y el Alcalde de Annaba. Hemos intercambiado las banderas de Argelia y España y se han vuelto a oír expresiones de paz y concordia que me han emocionado especialmente. El barco se ha repostado completamente y ya puedo zarpar rumbo a Jijel que dista 120 Millas Náuticas. Cuando he llegado al puerto Johan estaba muy ocupado retransmitiendo nuestras filmaciones y me ha dicho que necesita más tiempo para su importante cometido. Trabaja mucho y no llega.. He tomado la decisión de dejarle todo el día y abortar la salida. Zarparé mañana de madrugada. 

Viernes, 8.03.02 Annaba - Jijel (ARGELIA) 120 Millas Náuticas

Como se había previsto, zarpo a las siete de la mañana. La fragata vuelve a ofrecerse para acompañarme. Les digo que no se preocupen. Aunque navegar en formación con una embarcación militar me resulta apasionante, yo navego más rápido que el buque de guerra y tardaría más tiempo en llegar a Jijel. En cualquier caso, me emociona que me ofrezcan su compañía y notar su respeto y amistad. Garantes de la paz, las Armadas y los ejércitos en general son merecedores de mi respeto y respaldo incondicional. El objetivo es llegar a Argel lo antes posible. Son 260 millas pero la "NUMANCIA" y yo lo podemos conseguir en una singladura. La verde costa argelina recuerda al cantábrico español. Siempre paro a saludar a todos los pescadores que encuentro en mi camino. De repente, estando apoyado sobre la banda de un pesquero hablando con sus tripulantes, observo que un pez se bate con la muerte dentro del barco mientras se mueve desesperado en su asfixia. Parece que me mira como diciendo: "lo tienes fácil navegante; sácame de esta situación, que quiero seguir viviendo en mi mar" Pregunto si lo puedo coger. Cuando lo tengo en mis manos se me escapa y tras pedir perdón por el "descuido" al pescador y a mí se nos escapa una sonrisa, probablemente por el mismo motivo. El Sol se turna con la lluvia y el arco iris se hace mágico a babor. La mar está calma y la velocidad de navegación es alta. Tras nueve horas de navegación llego a Jijel donde me reciben con muchísimo calor. En la bocana del puerto, un remolcador lanza dos enormes chorros de agua a presión en señal de bienvenida. Me embarco en una fragata y entrego a su comandante una de mis gorras de navegación con el escudo de Navarra bordado al frente, y la palabra "NUMANCIA" detrás. El oficial me regala una gorra de su barco que se llama "LA FUERZA" El gobernador de la provincia y el alcalde de Jijel me invitan a ir a la ciudad para visitarla. Les agradezco mucho su hospitalidad y comento que tengo intención de continuar en dos horas. Entre risas me responden que no me van a dejar zarpar mas tarde, ya que han organizado una serie de actos de bienvenida y les gustaría que me quedara con ellos dos días. Me lo están diciendo con tanta ilusión que no sé si podré negarme. Acudo a la casa del gobernador donde hay un recibimiento espectacular. Están todas las autoridades de la ciudad. Tras sus palabras de salutación, el gobernador me invita a intervenir; lo que hago para hablar de nuestro mensaje de paz y tolerancia entre los pueblos y culturas. Entrego al Gobernador una bandera española que dobla cuidadosamente entre sus brazos. Seguidamente, me regala una de Argelia diciendome que defender este símbolo de su País costó muchas vidas y sacrificios a su pueblo.. Antes de dármela, la besa y un fuerte aplauso de todos los presentes me conmueve. Después me dirijo a una escuela de vela y los chicos (aleccionados clandestinamente por Johan) me reciben con un grito fuerte: ¡NUMANCIA! Al anochecer cenamos todos juntos cuscus en un entrañable ambiente árabe. Me da pena tener que zarpar. El parte meteorológico es malo. Seguramente me acepte la invitación para quedarme en este maravilloso lugar donde quieren enseñarme ríos, grutas y bosques casi vírgenes donde viven unos monos idénticos a los de Gibraltar.. 

Sábado, 9.03.02 JIJEL (ARGELIA)

Están mostrándome toda la zona con un interés y cariño indescriptibles. Es precioso y la gente amabilísima. Me agradecen emocionados que la Expedición Trasatlántica pase por un País del que se habla regular en los medios de comunicación occidentales. Constato que la situación en Argelia está mucho mejor de lo que se cuenta. Se nota que la calma está volviendo a este pueblo alegre, culto, amable y elegante. He paseado por el mercado y visitado una preciosa mezquita donde el Imán me ha regalado una copia del Corán explicándome el sentido de los versos y el sentido de la oración en la religión musulmana. Su mirada está llena de santidad y armonía. Paso por un colegio y paro para oír a los pequeños cuando nuestro cámara, Johan les pide que griten el nombre de mi pequeña embarcación: "NUMANCIA" Sus gritos son alegres igual que lo fueron los de los niños de Roma, Nápoles, Palermo o Túnez. Es un grito de esperanza y lucha por unos ideales que no conocen fronteras ni límites. 
El Wali de Jijel es encantador y me honra con sus atenciones a la vez que explica todo lo que me interesa sobre la zona. Visito el museo de la ciudad donde hay vestigios íberos, fenicios, romanos.. También banderas argelinas ensangrentadas de la época de la guerra contra Francia. Visito un faro precioso y unas grutas impresionantes a las que se accede por un parque natural donde viven unos divertidos monos de la misma especie que los de Gibraltar. Les doy pan y se acercan confiados mientras sus crías observan desde las ramas. Durante la cena se vuelven a producir situaciones cargadas de emoción al hablar de la unión entre los pueblos y la relación fraternal entre nuestros dos países que se hace necesario potenciar aún más. Regalan a Maria y Eva unos bonitos vestidos tradicionales de la zona. 
Fuera llueve mucho. El viento a cambiado de dirección y ha bajado mucho la temperatura. Mañana esperan 130 Millas difíciles hasta Argel. Pero da igual, ¡ya queda menos para las américas! 

Domingo, 10.03.02 Jijel - ARGEL (ARGELIA)

Tras despedirnos con verdadera tristeza de nuestros amigos de Jijel, a las nueve he zarpado con rumbo a la Capital de Argelia. Hace frío y un sirimiri recuerda a Guipúzcoa. Un moderno remolcador (de nombre "NIL") fabricado en Bilbao nos despide sonando cinco veces. Hoy la mar está mal. El fuerte oleaje y viento serán la constante de buena parte de la jornada de navegación. Aunque los primeros diez minutos son heladores, enseguida empiezo a entrar en calor por el ejercicio y comienzo a sudar. A las dos horas empieza a llover muy fuerte. Las gotas parecen perdigones. La costa sigue vestida de mil verdes distintos, aunque sin brillo esta vez por la tristeza del día. El agua aparece gris oscuro, reflejo del color del cielo, hoy sin luz. Mis muñecas se resienten mucho por los constantes golpes que deben intentar amortiguar. También porque soportan buena parte de mi cuerpo ya que al permanecer siempre en pie debo mantener el centro de gravedad y en consecuencia repartir el peso sobre las cuatro extremidades por igual. Las gafas juegan un papel importantísimo cuando hay mar y viento, ya que los embates de las olas contra mi embarcación proyectan chorros de agua a gran presión que los ojos no pueden resistir. A las cinco horas converjo con el barco para el primer repostaje. Ocho minutos. Cuarenta litros de combustible se bebe la pequeña "NUMANCIA" Dos buenos bocatas de atún y un plátano son para mí. Estoy navegando a dos millas de la costa, pero a veces me acerco al litoral para poder filmar más de cerca con la cámara subjetiva acuática que llevo instalada en la proa. Chus inventó y fabricó un soporte especial para poder llevar yo a bordo esta pequeña cámara de TV que me permitirá compartir contigo lo que estoy viviendo. Tengo que tener mucha atención de no impactar con los cientos de peligrosos arrecifes que salpican toda la zona. Significaría mi hundimiento inmediato. Más de un barco español se quedo aquí para siempre debido a estas innumerables rocas traidoras. Tras ocho horas de lucha con la mar, clarea y el atardecer deja entrever la bahía de Argel en la lejanía. Muchos barcos de pesca acaban de zarpar de sus puertos y se dirigen casi en formación a su jornada nocturna de trabajo. En la proa, un enorme sol encarnado se quiere acostar. Y lo hace pintando el azul de fuego. Y vuelvo a rezar. Gracias a la Virgen del Carmen por protejerme. Gracias a Dios por haber creado tanta belleza. Gracias por la inmensa gracia de permitirme poder ver.. Algo que parece tan fácil y seguro, pero que es tan extraordinario a la vez. 

A las 20:30 entro en el puerto de Argel donde hay una gran pancarta que dice en árabe, francés y español: "Expedición Atlantik2002: bienvenido a Argel" escrita en árabe y español. Han sido once horas y media de navegación. Me siento muy cansado, pero en el muelle aparecen representantes de la asociación argelina de vela y el concejal de deportes de la ciudad. Una mujer joven guapísima que sostiene una bandeja con recipientes de barro me ofrece dátiles y leche de camella. Dicen que es tradición ofrecérselo a los viajeros en el desierto.. Y ya te dije que la mar y el desierto son hermanos... 

Lunes, 11.03.02 ARGEL (ARGELIA)

Igual que en Jijel, me han secuestrado pacíficamente con su calor y hospitalidad. No van a dejarme zarpar. Quieren mostrar su ciudad y acepto encantado. Una visita a la Wilaya de Sidi M'Hamed es el inicio de una jornada inolvidable donde pasearé por la Casbah descendiendo por las mismas escaleras por donde escapó con sus tesoros y harem el turco que dejó a la ciudad en manos de la terrible invasión francesa. El primer espigón apoyado en arrecifes y el fuerte construidos por los españoles. Barbarroja omnipresente tiene su calle entre las callejuelas del zoco. El espíritu de Cervantes y su Quijote están aquí. Almuerzo con un agradable grupo de personas, compartiendo el pescado argelino con el Wali, el Presidente de la Federación argelina de vela, miembros del Comité Olímpico argelino, Luis Ormaechea que es un encantador vizcaíno que se encuentra casualmente aquí impartiendo un curso de vela, y algunos antiguos amigos argelinos que vuelvo a encontrar después de varios años. Después conozco el monumento a la revolución argelina y el museo de esa terrible guerra que terminó hace poco (1962) y que apagó la vida de un millón y medio de argelinos. En Notre Dame de Afrique rezo por la paz y la tolerancia, a la vez que pienso (como todos los días desde la catedral del Mar) en las Madres Carmelitas de Montemar, de Palma, de Ávila; en las Clarisas de Soria.. Ellas rezan por todos, todos los días de su vida. Sé que también lo hacen por mi Expedición Atlántica. Podemos sentir sus rezos a cada instante. Son nuestros ángeles en la tierra y en el océano. ¡Gracias siempre Madres!