Sigo en Washington donde mi querida amiga Eva sigue ayudándome muchísimo en todo. Es como mi ángel de la guarda en esta ciudad. Me ha presentado a Enrique. Un encantador e inteligentísimo asturiano-uruguayo que preside el Banco Interamericano de Desarrollo. Hoy he almorzado en su oficina con Eva y con otras personas enamoradas de la mar. Ha sido muy importante para mi estar con gente tan buena y positiva.
Mañana por la noche tengo que atender un compromiso con uno de mis colaboradores: OYSTER Founds. Antes de salir de Roma, me pidieron que diera una charla de mi viaje ante 400 personas en La Spezia, Italia el día 20 de Junio. Les di mi palabra que pasara lo que pasara asistiría. Me comprometí porque nadie podía imaginar entonces los problemas que han surgido sobre todo en el Caribe con los barcos de apoyo, averías, etc. Por eso, esta noche inicio un viaje relámpago de veintidós horas a Italia. Daré la charla y regresaré inmediatamente después para seguir mi travesía. Mientras tanto, he organizado todo para que se pueda hacer una última revisión a la moto acuática que me garantice una total fiabilidad para llegar a Nueva York el día 24. Tengo que llegar ese día a las ocho de la mañana. Así se ha anunciado a las autoridades, ayuntamiento de Nueva York y medios de comunicación que quieren retransmitir en directo el momento de la llegada. Por eso nada puede fallar...
Las 22 horas que voy a perder para cumplir mi compromiso en Italia las necesitan los mecánicos para poner a punto la NUMANCIA. La organización para que todo esto encaje ha sido increíble. Cada día, cuando llego a mi destino, antes de acostarme invierto muchas horas enviando correos electrónicos, para organizar toda una logística que requeriría un equipo de producción de varias personas. Por la limitación de los recursos, he tenido que hacerlo todo (literalmente) yo. Con una pequeña mochila, rápidamente me voy al aeropuerto para volar a Milán vía Frankfurt. Dormiré en el vuelo